M. Night Shyamalan es un director que sigue generando interés a pesar de que su esplendor parece haber quedado atrás. El director de Sexto sentido, El protegido, Señales y La aldea, despierta algunos odios excesivos, posiblemente producto de la admiración que tuvo hace veinte años. Directores más irrelevantes y realmente malos no reciben dichos ataques pero M. Night Shyamalan ya fue puesto en ese lugar. Por otro lado, sus viejos admiradores viven esperando aquella película que lo lleve nuevamente a su mejor forma. Para ambos grupos cada nueva película es un acontecimiento que no los deja indiferentes.
Llaman a la puerta (Knock at the Cabin, Estados Unidos, 2023) está basada en The Cabin at the End of the World, de Paul Tremblay, lo que significa que no es una historia original del director, quien además eligió acá no estar solo a la hora de la adaptación. Sin embargo, toda la película tiene el tono y el suspenso propio de Shyamalan. El conflicto se establece rápido, más allá de un par de misteriosas escenas iniciales. El hecho de que prácticamente toda la película transcurra en una cabaña en medio del bosque obliga a que esto sea así.
Una niña de ocho años (Kristen Cui) está en una cabaña con sus dos padres (Jonathan Groff y Ben Aldridge) cuando llegan cuatro extraños caminando hasta allí. Cada uno lleva una herramienta que podría transformarse también en un arma mortal. Lo que tienen para decir es tan inverosímil que los habitantes de la cabaña no pueden creer que sea cierto. Los extraños le dicen a los dos hombres y su hija adoptada que deben tomar una decisión terrible y que si no lo hacen, será el comienzo del apocalipsis y el fin de la humanidad. Excepto para ellos tres, claro.
Siete personajes en una cabaña aislada de todo. Sin señal para los teléfonos y lejos de cualquier ayuda. Es más fácil de sobrellevar esta clase de historias en literatura que en cine, porque son menos las preguntas que surgen. Aun así el dilema queda planteado y los protagonistas deberán elegir entre sus seres queridos y toda la humanidad. La película no tiene material para más de una hora y por eso recurre a una serie de flashbacks cuya única función es llegar a los noventa minutos. El problema es que frente a una estructura de encierro, dichos flashbacks le sacan rigor a la trama y desvanecen poco a poco el drama.
El cuarteto que visita la cabaña está encabezado por Dave Bautista, quien está buscando otra clase de roles, quizás con el sueño de convertirse en el nuevo Dwayne Johnson. Su fracaso actoral prueba que no es tan fácil lo que ha logrado The Rock.
M. Night Shyamalan logra una película mejor que Viejos (2021) o al menos mucho menos irritante. No se descarta que eventualmente vuelva a encontrar un guión que lo regrese a su mejor época, por ahora eso no está pasando. El director sigue viviendo entre el recuerdo de sus fans y el desprecio de quienes lo han tomado como objeto de burla. Llaman a la puerta tiene varios momentos que prueban su talento y con eso ya se eleva por encima de la media.