ALMODÓVAR POR ALMODÓVAR
Desde que la teoría de autor se impuso como una de las lecturas posibles de un film, los directores considerados autores han tenido que lidiar con ella para bien o para mal. Pero peor aún, los críticos y los cinéfilos también. Un film de Pedro Almodóvar no es lo mismo que cualquier otro film. Quien ve un film dirigido por él, espera ciertas cosas, busca ciertas cosas y, para bien o para mal, sabe que verá. El gran conflicto es que se espera de un autor reconocido siempre lo mismo y siempre algo nuevo. Imaginemos a un director intentando algo nuevo y recibiendo como respuestas comentarios negativos diciendo que se traicionó a sí mismo. Luego imaginemos al mismo director repitiendo su antiguo juego y obteniendo como resultado que le reclamen el repetirse a sí mismo. Se puede analizar Los amantes pasajeros como un film que traiciona o que respeta la obra de Almodóvar, pero a la vez, y esto es lo que muchas veces cuesta más, se lo puede mirar como una película en sí misma sin compararla con otras anteriores de su realizador.
Pensemos en la película como una película de Almodóvar. Elige algunos de los motivos recurrentes en su filmografía: drogas y sexo. Elige un género con el cual se hizo famoso: la comedia. Comedia de drogas y sexo, eso podría ser Los amantes pasajeros. Pero eso no estaría completo, porque la película también es una historia con historias de amor y desamor, también muy cercano al mundo del director. Las primeras comedias de Almodóvar eran primitivas y salvajes. Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón, Entre tinieblas y ¿Qué he hecho yo para merecer esto? lo atestiguan. Luego apareció Mujeres al borde de un ataque de nervios que le dio fama mundial y generó el malentendido de que el director era experto en comedias clásicas. De eso Almodóvar no volvió jamás. Ojo, hizo grandes películas, pero nunca recuperó la espontaneidad, la frescura y el desparpajo de sus primeros films. Su madurez como realizador funcionó mejor con el film noir y el drama. Sólo la comedia romántica Átame! rompía todas las reglas. Ahora vuelve a la comedia, y la mirada más superficial de lo que se supone es Almodóvar queda expuesta. Cómo película de Almodóvar falla, no es un Almodóvar menor, es un Almodóvar que no causa gracias, que no tiene encanto, que tiene una pereza narrativa contraria a las búsquedas del realizador.
Pensemos ahora esta película como una película que no es de Almodóvar. En teoría es un festejo sin consecuencias de la sexualidad, las drogas, el amor y la música pop. En teoría es, claro, adorable. Pero en la práctica la película es aburrida, por momentos produce vergüenza ajena y sus personajes van mucho más allá de la repetición y la obviedad. Es una comedia y la comedia necesita timing. Y Los amantes pasajeros carece de timing. Su ritmo es malo, torpe, cuando sale del avión se derrumba, cuando un personaje dice algo está tan anunciado que da pena. En teoría podrá ser muchas cosas. En los papeles festejaría una película así. Pero cuando uno la está viendo es otra cosa. Si no fuera una película de Almodóvar sería exactamente lo que es siendo de él: Una comedia mala.