Peliculas

LOS INDESTRUCTIBLES 2

De: Simon West

DE LA ACCIÓN COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES

El género de acción como se lo conoce hoy surgió en la década de los ’80. Antes había films de espionaje, guerra, westerns, etcétera. Pero en los ’80, con la llegada del video, aparecieron todos catalogados bajo un mismo nombre, a la vez que en la pantalla un grupo de héroes se forjaba bajo esta denominación de género inventado en la era del VHS. Algunos venían del cine de artes marciales, como Chuck Norris y luego Jean-Claude Van Damme, otros del fisicoculturismo, como Arnold Schwarzenegger, otros tenían una carrera forjada a partir de haber creado el personaje de un boxeador proletario, como Stallone, y finalmente algunos eran lisa y llanamente, actores con una carrera en la televisión, como Bruce Willis. Los nombres fueron muchos, luego se sumarían más, pero Rambo, Terminator, Depredador, Cobra, Rocky IV, Duro de matar, Desaparecido en acción, Lobo solitario, Retroceder nunca, rendirse jamás, fueron algunos de los títulos de aquel cine de acción de los ’80. No todos tenían el mismo nivel, ni han dejado detrás de sí una filmografía tan significativa. En su momento, hubiera sido imposible reunirnos a todos. Aunarlos hoy no era un mero chiste de marketing, era reencontrarse con un grupo de héroes populares, sin prestigio, sin premios internacionales, pero siempre con el apoyo de su público. Héroes olvidados, abandonados en la era digital, la corrección política y un mundo donde la virilidad ha cedido el paso a la metrosexualidad. Fuera de moda, pero vivos, cuando Stallone, director y guionista además de actor, decidió reunirlos en el año 2010, sabía lo que hacía. Estas piezas de museo, tal cual ellos se describen, exponen el paso del tiempo y en su regreso, nos hacen sentir una felicidad relacionada con ese tiempo transcurrido. El éxito y una película inolvidable, los llevó –bien al uso de los ’80– a probar una segunda parte con nuevos invitados. La película, cuyo guión es un manual de cine de acción de los ’80, tiene una media hora final inolvidable, una fiesta para los admiradores de estos actores. Además, y a diferencia de la primera, todos tienen un papel más significativo, además de Stallone y Statham, los dos protagonistas. Sólo falta Mickey Rourke, un sobreviviente de aquella década también. Y habrá una tercera, sin duda, porque la felicidad de ver juntos a estos actores, hoy más tiernos y adorables, que peligrosos y serios, es un premio para cualquier espectador que ame el cine de acción. Cine divertido donde veteranos dejados de lado muestran que todavía tienen mucho para ofrecer. Bienvenidos sean, los estábamos extrañando. Gracias por tanto cine.