Cine Clasico

Los siete magníficos del espacio

De: Jimmy T. Murakami

En 1977 se estrenó La guerra de las galaxias y en muy poco tiempo se pudo ver como su éxito marcó el cine americano de forma definitiva. Muchas imitaciones se sucedieron a gran velocidad. Todos querían repetir el suceso del film de George Lucas, pero también se animaron a volver a formas más clásicas de entretenimiento. Los siete magníficos del espacio (Battle Beyond the Stars, 1980) es un claro ejemplo de film derivado de Star Wars.

El mundo agrícola Akir está amenazado por el tiránico señor de la guerra Sador (John Saxon), que gobierna el siniestro Imperio Malmori. El enorme acorazado de Sador posee un arma que convierte los planetas en pequeñas estrellas. Exige que los pacíficos akiras se sometan a él o los destruirá. Zed (Jeff Corey), un viejo guerrero ya casi ciego, sugiere que contraten mercenarios para proteger su mundo. Shad (Richard Thomas), un joven valiente, se ofrece como voluntario para la misión de reclutamiento. Así es como se conforma un grupo heterogéneo para combatir al gran enemigo de los akiras.

Que los habitantes de que estos mercenarios deben proteger se llamen akiras es la manera más directa de aclarar que Battle Beyond the Stars (Batalla más allá de las estrellas en Argentina) es una remake de Los siete samuráis (1954) dirigida por Akira Kurosawa, así como también se inspira en un anterior remake, (Los siete magníficos, 1960). Por eso se la conoció en muchos lugares con el título de Los siete magníficos del espacio. Que participen George Peppard, interpretando a un cowboy y Robert Vaughn, como otro de los mercenarios no es casualidad. Peppard había sido elegido para el rol que finalmente ocupó Steve McQueen en Los siete magníficos, film donde Robert Vaughn interpretó a uno de los cowboys que ayudaban a los pobladores a vencer a los villanos.

El responsable del guión es John Sayles, un director independiente que ha hecho una gran carrera como guionista. Sus trabajos en Passion Fish y Lone Star, ambas dirigidas por él, le valieron también nominaciones al Oscar a mejor guionista. Pero no es el único gran nombre. También está aquí James Cameron, trabajando en los efectos especiales y la dirección de arte, realizando algunas de las mejores cosas que tiene la película, como por ejemplo la nave del protagonista. Una vez más, el gran Roger Corman, responsable del proyecto, abriéndole la puerta a grandes personalidades del cine. En esta cantera Corman donde hacía ya más de quince años aparecían grandes talentos, también figura como director Jimmy T. Murakami, quién luego se haría un nombre más grande con films como Heavy Metal (1981) y Cuando sopla el viento (1986). Para Corman, un genio del cine de bajo presupuesto, este film de dos millones de dólares supuso la inversión más grande de su carrera. De todo el elenco quien mejor supo aprovechar esta película fue Sybil Danning, cuyo rol de guerrera valkiria le permitió un éxito que se sumó a su condición de actriz de culto.

La película, llena de curiosidades, escenas raras y personajes insólitos, muestra hasta qué punto es muy difícil hacer un film de ciencia ficción y aventuras como Star Wars. Aunque la película tiene algunos buenos efectos especiales, falla a la hora de crear situaciones con lógica que fluyan naturalmente. Se notan las influencias del western y también del film de George Lucas, así como también de otros títulos de fantasía. Curiosamente, se considera que Battle Beyond the Stars fue una inspiración para la serie He-Man, de enorme éxito en los años posteriores. A pesar de un elenco de veteranos y actores conocidos, la película no logra dar en el clavo. Se le nota mucho su condición de explotación de otro género y solo nos recuerda que hay mejores formas de hacer lo mismo.