Wael (Kheiron), un antiguo niño de la calle, vive de pequeñas estafas con su madre adoptiva y compañera en el crimen Monique (Catherine Deneuve). Cuando este dúo poco convencional estafa al tipo equivocado, Víctor (André Dussollier), un viejo conocido de Monique ahora a cargo de una organización de apoyo para adolescentes con problemas, no tienen más remedio que convertirse en su secretario interino y educador para redimirse y evitar que los denuncie. Es solo por un día, pero los seis niños de la clase, también con problemas, parecen conectar con Wael.
Esta comedia dramática está narrada en dos tiempos. La infancia de Wael en el Líbano y el presente en París. Aunque la escena inicial es fuerte y el pasado del protagonista es duro, la película juega con efectividad la comedia y avanza con muy buen ritmo mientras los personajes se nos hacen cada vez más queribles. Qué Kheiron, también director y guionista, haya elegido a dos glorias del cine francés como Deneuve y Dussollier, muestra que su película es ligera pero ambiciosa a la vez. Tal vez algunas resoluciones narrativas son demasiado simples y el final un tanto acelerado, pero de todas maneras Mala hierba se hace querer tanto como sus adorables personajes. Así como el comienzo es muy duro, el final es intencionalmente liviano y luminoso.