Hace tiempo que los documentales no políticos resultan, en general, más interesantes que los otros. Marta show es un nuevo ejemplo de eso. Marta tiene setenta y cinco años y vive en la calle, supo ser una bailarina de cabaret y una pionera del striptease en Buenos Aires. Una crisis personal la alejó de su familia y hoy, luego de haber estado internada, revive sus años de artista haciendo espectáculos en la calle, con una nueva troupe que la acompaña en esos momentos de locura y felicidad que supone cada uno de sus actos.
Marta Show es una película que podrá causar algo de tristeza y angustia en el espectador, pero gracias a la inteligencia de los directores, también somos capaz de ver como Marta disfruta de esos momentos que son un poco delirantes pero a la vez tienen luz propia. Nadie juzga a Marta, nadie siente lástima por Marta. La co directora del film participa frente a cámara de esos shows, otorgándole un mínimo de orden a la caótica mente de la protagonista.