Una valiente niña, inteligente y decidida, con vocación de científica, construye un cohete para viajar a la Luna y demostrar la existencia de una legendaria diosa. En el fondo, lo que ella desea es lidiar con la prematura muerte de su madre y la angustia de que su padre tenga una nueva pareja.
La película arranca como una comedia costumbrista sobre una familia china, un subgénero que ha estado creciendo en el cine norteamericano de los últimos años. Capitales chinos coproducen mucho del cine comercial actual, incluyendo esta película. Un humor lleno de lugares comunes a toda velocidad, con un sabor étnico que es también a lo que se dedica el cine de animación, paseando por diferentes culturas para disimular la ausencia de ideas originales.
La aventura lunar tendrá momentos visuales impactantes, de enorme belleza, acompañados de muchas canciones que parecen haber sido creadas en una línea de ensamblaje, canciones parecidas a todas las usadas en las películas de animación, distinguibles de ninguna de ellas, con pocas chances de perdurar.
La sensación del producto rutinario donde se adivinan y ven las piezas que se van ubicando para entregar el producto. Con momentos de belleza, con algún personaje lo suficientemente adorable como para hacer querer y con un mensaje sencillo e inofensivo, que no le costará mucho al lector adivinar cuál es.