Mascots (2016) es la última película de Christopher Guest. El rey del mockumentary (el falso documental en clave de comedia) cumplió con esta película veinte años dirigiendo esta clase de films. Su primer éxito en el mockumentary fue como actor y guionista del clásico This is Spinal Tap (1984) de Rob Reiner, donde explotó a los personajes creados para televisión unos años antes. Como director y autor total de sus films su comienzo fue Waiting for Guffman (1996) y le siguieron varios títulos memorables como Best in Show (2000), A Mighty Wind (2003) y For Your Consideration (2006). En paralelo a sus mockumentaries Guest siguió trabajando en otras películas y con otros proyectos, pero siempre es un placer volver a verlo a él y a su troupe en una de sus comedias.
Mascots no disimula su condición de casi remake de Best in Show. Lo que había sido un concurso de perros en aquel film, ahora es un concurso de mascotas de equipos. Sí, esas personas que disfrazadas entretienen a la hinchada de un equipo de fútbol, football, beisbol, básquet o lo que sea. La estructura de ambos films es parecida. Tenemos la vida privada de los participantes, con sus miserias, sus miedos, sus delirios, sus sueños y, acá Guest siempre encuentra el camino más complicado, su ternura. No tienen mucha noción de realidad los personajes, son muy ridículos, siempre absurdos, algo patéticos, pero son adorables todos, porque la verdad es que se ganan el cariño del espectador. Y lo hacen porque no hay nadie en una película de Guest que no tenga al menos un gag memorable o una línea de diálogo extraordinaria.
Christopher Guest es un director que repite elenco de un film a otro. Acá vemos muchas de sus caras conocidas. Parker Posey, Jane Lynch, Ed Begley Jr., John Michael Higgins, Jennifer Coolidge, Bob Balaban, Don Lake y Fred Willard figuran entre sus clásicos. El genial Willard interpreta al manager de una mascota británica y tiene una de esas líneas absurdas que tan bien le caen a él en las películas de Guest. Al ver uno de los números de las mascotas dice: “Pueden criticar a nuestro país, pero si un gusano y un rabino pueden juntarse para entretener a nuestros ciudadanos, entonces tenemos un futuro sólido”. Como en toda buena comedia, una frase que fuera del film no parece tener sentido alguno ni tampoco gracia, tiene por lo menos la segunda de las dos cosas.
Hay varios comediantes más jóvenes que se suman en este nuevo título y aunque la estructura suene repetida, la película está por encima del promedio de las comedias que uno puede encontrar para ver. Cada mascota, cada número que deben hacer para la competencia, todas las sub tramas, todo es gracioso. No es fácil para los actores logran hacer reír con un falso documental, la actuación debe ser natural y falsa al mismo tiempo. Nunca los personajes pueden ser graciosos a propósito y cuando por algún motivo intentan serlo, deben fracasar y ser graciosos por no lograrlo. Todos hacen bien su trabajo. Como regalo extra, el propio Christopher Guest interpreta nada menos que a Corky St. Clair, su inolvidable personaje de Waiting for Guffman. En conclusión: Mascots es simple, divertida y ligera, además de estar llena de comediantes talentosos.