Peliculas

MISS POTTER

De: Chris Noonan

TÚ, MI CONEJO Y YO

El cine ha llegado a un momento de su historia en el que las posibilidades de sorprender al espectador se han vuelto cada vez más reducidas. Al menos eso es lo que algunas personas creen. Entre la violencia y sordidez de algunos films, las insufribles experimentaciones estéticas que atormentan a espectadores de todo el mundo pero ganan premios, y la vacuidad confusa y agotadora de muchos productos comerciales, las posibilidades de disfrutar algo simple y pequeño parecen por momentos imposibles. ¿Quién premiaría un film así? ¿Cuántos récords de taquilla podría batir una película de estas características?

Miss Potter, estrenada con atraso en Argentina, es una de esas películas destinadas a ocupar un segundo plano, sin premios y sin récords. Sin embargo, al mismo tiempo es una de esas películas que invitan a recuperar el simple acto de mirar cine sin aterrarse por la escena siguiente y sin tener que sentirse sometido a una experiencia ardua o exasperante. Una narración clásica, cuyas únicas libertades son unos pequeños y naifes planos animados de los dibujos que hace la protagonista.

Los films biográficos han encontrado también en la última década una moda que, contrario a lo que se estilaba en el cine clásico, pone todo el acento en el efectismo de las adicciones, los escándalos del protagonista y demás elementos amarillistas. Miss Potter es bastante fiel a la vida de Beatrix Potter, la autora de una serie de libros infantiles muy exitosa, y apuesta a un tono amable, risueño, inocente, aunque no por eso tonto o superficial. Una verdadera sorpresa para el género en los tiempos que corren.

Beatrix Potter está magistralmente interpretada por Renée Zellweger, y el editor Norman Warne, el hombre que confía en ella y en sus libros, está encarnado con simpatía por Ewan McGregor. La pareja, que ya había compartido cartel en Abajo el amor, cumple aquí un trabajo que emociona y despierta cariño por igual. Ellos representan el tono perfecto de un film que parece de otra época, destinado injustamente a ser ignorando en un mundo que sólo apuesta a golpes de efecto y trucos de mercado.