Gracias a la magia del streaming películas que no hubieran merecido ni un paso por un videoclub ahora son vistas por miles y miles de personas. Un despropósito que se ha vuelto moneda corriente en los tiempos que corren. Hay muchas películas malas que aparecen en la portada de Netflix y a fuerza de no querer buscar, terminan siendo elegidas por espectadores que parecen haberse olvidado de lo que era ver cine.
Mudanza mortal no es una película mala. El motivo principal es porque no es una película, es tan solo un artefacto para clickear. Empieza obvia, se convierte en mala y desemboca en un papelón. Un verdadero dolor de cabeza. La historia que cuenta es la de una pareja joven en crisis. Él se dedica a limpiar casas donde han ocurrido crímenes. Una de ellas le parece aceptable para comprar y, debido a que el crimen le ha bajado su valor, toma la decisión de mudarse con su mujer a ella. A todas luces un plan horrible si uno está dentro de una ficción.
El drama de pareja es lamentable, el humor que aportan los amigos del protagonista es cualquier cosa menos gracioso y las vueltas de tuerca de la trama son, como ya mencionamos, un papelón. Leí por ahí que se basa en hechos reales. Sinceramente, no podría importarme menos ese dato.