Secuela de la película No respires que transcurre años después de aquella historia. El hombre ciego se ha estado escondiendo en una cabaña aislada y ha criado a una niña huérfana que ha sobrevivido al incendio de su casa. Pero un grupo de salvajes criminales busca a la niña, lo que obliga al hombre ciego a desplegar una vez más toda su capacidad de matar.
La película ofrece un cambio con respecto al personaje principal del film anterior. Ahora él funciona, en gran medida, como un héroe. Igualmente, y para bien de la historia, la violencia que despliega el personaje no lo muestra como un personaje fácil de querer. Su monstruosidad sigue vigente, aunque notablemente atenuada por proteger a la niña.
La historia, cuya premisa inicial es la de un ciego capaz de combatir como si tuviera ojos, sabe que parte de algo exagerado y no duda en buscar en el exceso un aliado imprescindible. Todas las escenas funcionan y no hay tiempo para hacerse demasiadas preguntas. Sin ofrecer demasiadas novedades la película consigue su objetivo y resulta asfixiante y entretenida a la vez.