Peliculas

Noche sin paz

De: Tommy Wirkola

En el mundo de los cinéfilos se discute, solo por diversión, si Duro de matar (1988) es una película navideña o no. También se ha querido incluir en ese debate a Mi pobre angelito (1990). En ambos casos se pueden sumar sus segundas partes. Noche sin paz (Violent Night, 2022) se hace cargo de este debate y construye una película de acción, una comedia y también una película navideña, todo por el mismo precio. Y lo hace construyendo un guión con referencias a estos films, muchas más de las que saltan a la vista. Ya ese es un punto de partida simpático, pero hay más, mucho más. Aunque sea una película navideña también es algo irreverente, como Bad Santa (2003) y definitivamente sangrienta, como Sangriento Papá Noel (Silent Night, Deadly Night, 1984). Se podría decir que Noche sin paz es el gran resumen de las películas navideñas no oficiales o de aquellas que son una rareza. Las citas a textos y películas navideñas podría llevarnos días de recopilación, pero aún sin conocerlas toda la trama funciona.

En la escena inicial nosotros conocemos a Santa Claus (interpretado por David Harbour, hoy conocido por su papel en Stranger Things) que en primer término parece otro hombre disfrazado más, tomando un trago en un bar. Pronto tendremos pistas de que no es un disfraz, que él es el mismísimo Papá Noel. Luego conoceremos a una familia muy adinerada que se reúne para pasar la Navidad. Hay cuentas pendientes y mucha tensión, ya que la matriarca de la familia, dueña de la mansión, Gertrude Lightstone (Beverly D’Angelo), es particularmente fría y distante con los suyos. Todo cambiará cuando un grupo de mercenarios decida entrar durante la Nochebuena para robar una fortuna escondida en la casa. Pero Santa Claus estará allí para poner orden. Nadie cree en él, excepto la más pequeña de la familia, una nena que aún sabe que Santa existe.

Hay docenas de citas a Duro de matar 2, además de la mención a estos films, pero Noche sin paz tiene su propia identidad, su gracia y sus gags. Logra un buen equilibrio entre el respeto y la irreverencia y tiene una buena dosis de acción y violencia para ganarse el derecho como película de este género. Buen elenco, algún exceso en el uso irónico de canciones y finalmente un genuino espíritu navideño. Un homenaje al lado B de la Navidad, en todo sentido.