Jordan Peele estrena su tercera película y muestra un deseo de ir un poco más allá, luego de sus dos primeros títulos bien de género, enfocados en el cine de terror. Cuando apareció ¡Huye! (Get Out, 2017) el actor convertido en director y guionista Jordan Peele sorprendió a todos. Una película de verano estrenada sin ambiciones de prestigio que fue un éxito de taquilla y comenzó un lento pero firme camino hacia la temporada de premios. Jordan Peele fue nominado al Oscar a mejor director y ganó el Oscar a mejor guión por ese, su primer film. ¡Huye! también fue nominada al Oscar a mejor película. El contenido de sátira social fue sin duda lo que más benefició a Jordan Peele con respecto al tema premios, sin embargo su película había triunfado inicialmente al funcionar tan bien en la taquilla. Luego de ese inesperado doble reconocimiento dirigió un segundo film de terror, Nosotros (Us, 2019), que aunque no tuvo el mismo impacto del film anterior, igual tuvo el favor del público. Ambos títulos tenían como género principal el terror, pero ambos tenían elementos y temas de la ciencia ficción. Ahora en ¡Nop! (Nope, 2022) cambian las proporciones y la ciencia ficción se vuelve más fuerte que el terror, aunque debido al suspenso de la trama el sentimiento de miedo se mantiene en toda la historia. La ciencia ficción, la de la década del sesenta en adelante, tiene una tendencia a ser menos ligera que el terror, algo que en ¡Nop! también se nota.
Luego de un prólogo en un estudio de televisión que tendrá una explicación más adelante, la historia pasa a los hermanos Haywood, OJ (Daniel Kaluuya) y Emerald (Keke Palmer), los encargados de un rancho donde cuidan caballos entrenados para películas y publicidades. Las cosas no han marchado muy bien últimamente, desde la muerte del padre de OJ y Emerald, pero todos sus problemas quedan de lado cuando descubren una fuerza misteriosa proveniente del cielo. No se sabe que es ni de donde proviene, pero afecta el comportamiento animal en su cercanía. No son los únicos en ese lugar remoto que han descubierto esta presencia. Ricky Park (Steven Yeun), es una ex estrella de la televisión -de ahí el prólogo- que lleva adelante un pequeño parque temático del viejo oeste cerca del rancho de los Haywood.
Jordan Peele intenta aquí volverse más sofisticado, construir un relato más minucioso, pero que en realidad termina siendo más superficial. Le lleva una hora de película armar un clima que se apaga una y otra vez, porque el ritmo cinematográfico está en las antípodas de la tensión de los largometrajes anteriores del director y guionista. Aunque sea pretenciosa, la película tiene una estructura estándar y un final absolutamente común. El guión está cargado de pistas que tendrán su valor a medida que avance la trama, trucos muy convencionales en una película que busca no serlo, al menos en su primer tercio. Le suma una serie de reflexiones acerca del cine, en toda una línea que no llega a transformarse en algo interesante. Un director apasionado en busca de la imagen perfecta, en un personaje secundario que si no hubiera estado la historia no cambiaría en nada.
¡Nop! es inferior a ¡Huye! y Nosotros porque es más pretenciosa y mucho menos entretenida. Y a la vez, contrario a lo que su ambición plantea, es notablemente más banal y menos compleja. Tiene algunas buenas escenas y una resolución insuficiente. El director declaró estar influenciado por muchos largometrajes que no mencionaremos aquí para no rebajarlos en una comparación que no merecen. Aunque Peele sí mencionó también a la película Señales, de M. Night Shyamalan y ahí sí se ve la influencia. Ni por asomo logra los mejores momentos de aquel film, tan solo se parece en el armado misterioso de la trama. Por otro lado, Jordan Peele podría caer en lo mismo que Shyamalan, si pasan de películas efectivas a otras pretenciosas y ridículas a la vez. El tiempo dirá. Para terminar, hay que decir que todas las referencias al cine de Sergio Leone son gratuitas y carecen de sentido alguno.