Mientras veranean en la isla de Oahu, Hawái, dos hermanos de Brooklyn que han viajado con su madre a visitar a su abuelo descubren un diario con la ubicación de un tesoro. La más joven, Pili, es quien se lanza a la aventura junto con su nuevo amigo Casper. Su hermano mayor, Ioane, se suma a la fuerza con otra joven llamada Hana. La aventura es guiada por el diario de un viejo marino español que estaba en la casa del abuelo de los jóvenes, Kimo.
La película es una evocación del cine de aventuras de la década del ochenta, en particular Los Goonies y los films de Indiana Jones. Para certificarlo, aparece nada menos que Ke Huy Quan, quien interpretó al niño Short Round en Indiana Jones y el templo de la perdición (1984) junto a Harrison Ford y a Data en Los Goonies (1985). Pero la película tarda mucho en llegar a la aventura y en el medio un elenco de actores muy por debajo de aquellos films homenajeados no consigue entretener ni generar simpatía. Lo sorprendente es que lo mejor de la película está en la segunda parte. Su sentido del humor también va cobrando valor con el correr de los minutos.
“Ohana significa familia, y la familia nunca te abandona, ni te olvida.” Eso lo aprendimos en la inolvidable Lilo & Stich, una de las maravillas de Disney. Esta película se basa en el mismo principio y le agrega toda una subtrama de respeto por la tradición y los muertos de la cultura hawaiana. Es un poco solemne, pero no demagógica en ese aspecto. Aun así, está muy lejos de alcanzar sus ambiciones de gran película de aventuras.