Peliculas

OTRO ENTRE OTROS

De: Maximiliano Pelosi

SER Y HACER

Gustavo, Daniel, Diego y Dan tienen varias cosas en común. Son argentinos, son contemporáneos, son judíos y son homosexuales. Pero, por sobre todas las cosas, son seres humanos con una historia de discriminación y de lucha. Porque algunas de sus elecciones (la sexual y la religiosa) parecen no llevarse, ser incompatibles. Maximiliano Pelosi los pone frente a cámara y los deja hablar y en esa escucha atenta basa la construcción de Otro entre otros, su opera prima.

Duele comprobar que, en general, pocos tan discriminadores como los que padecen la discriminación. Uno creería que quien sufre segregación o exclusión o apartamiento, quien se ha visto sometido a los murmullos a las espaldas o a los insultos directos, quien ha tenido que vivir en las sombras y ocultarse, quien ha sido perseguido por ser, conoce el dolor y naturalmente evitará provocarlo, pero lamentablemente sucede exactamente al revés. Y las minorías discriminadas practican las mismas acciones de las que son objeto y ejercen, sobre otros integrantes de su mismo u otros colectivos, igual poder de veto y marginación. De alguna manera la diferencia parece convertirse en la medida. El documental pone en evidencia este accionar y de alguna forma nos propone revisar nuestros pensamientos. ¿Cuán alejados estamos de esos padres que se niegan a oír la verdad o construyen un mundo falso o toman decisiones irreparables? ¿Cuánto tenemos de aquellos amigos que ante la revelación prefieren sostener los prejuicios o rever toda la relación de amistad vivida?

Pelosi, edición y montaje mediante, permite que el choque de los testimonios recogidos sume verdad y emoción, logrando trascender la pantalla. Acorde a estos tiempos en que lo político volvió a ganar espacio, la elección sexual diferente se muestra capaz de recuperar su antiguo rol pero sin posturas panfletarias ni frías abstracciones discursivas. Lo privado y lo público se dan la mano y demuestran que tanto el coming out como la construcción de un espacio que permita la defensa común (allí está la importancia otorgada al relato del nacimiento de la JAG -Judíos Argentinos Gays-) resultan imprescindibles para recuperar los derechos que no deben pedirse, sino animarse a ejercerlos.

Todos somos igualmente diferentes y diferentemente iguales. Uno no puede ni debe dejar de ser lo que es. Con lo que cuesta conocerse, no hay posibilidad alguna de perdernos una vez encontrados.