Para los que están interesados en el cine navideño, el debate acerca de cuál es el mejor film de ese género es algo importante. Cualquier cinéfilo sabe que la película navideña por excelencia será por siempre ¡Qué bello es vivir! (It´s a Wonderful Life, 1946) de Frank Capra. Pero para divertirnos sumamos otros títulos, de lo contrario no existiría el debate. Los que creen que el cine empezó la semana pasada consideran que Realmente amor (Love Actually, 2003) y desde hace un tiempo una gran cantidad de espectadores consideran que el primer premio debería tenerlo Duro de matar (Die Hard,1988) una película de acción que poco a poco comenzó a figurar en las listas. Hay comedias más polémicas, películas de terror, incluso westerns, pero también hay docenas de largometrajes que en Estados Unidos se estrenan para las fiestas. La mayoría son telefilms inaceptables, pero esa barrera se ha vuelto difusa en la era del streaming. Papá en Noel está a mitad de camino entre una mala comedia cinematográfica para cine y una mala comedia para televisión. Lo único no confuso es que es mala.
El guión se centra en cuatro hermanas que se reúnen en la mansión familiar donde vive una de ellas, en Gran Bretaña. Bastantes problemas tienen cuando a la fiesta navideña se suma el padre de las cuatro, quien las abandonó décadas atrás. Una mansión, una familia, parejas con problemas, el padre que regresa, la identidad de cada una de las hermanas. Chistes físicos, chistes de diálogos, chistes sexuales, chistes navideños. A razón de un chiste bueno cada treinta minutos, lo que más o menos da tres chistes buenos, tal vez tres y medio, al final de la película. Actores de televisión y actores de cine, famosos y no tan famosos. Una pérdida de tiempo total.