Persuasión es la primera adaptación cinematográfica de la clásica novela de Jane Austen (1775-1817), una de las escritoras británicas favoritas a la hora de llevar la literatura del siglo XIX a la pantalla grande o chica. Desde el furor por su obra en la década del noventa hasta la actualidad, sus textos fueron leídos y releídos por los cineastas de todo el mundo. Sensatez y sentimientos, Emma, Orgullo y prejuicio y Mansfield Park. Contrario a lo que habitualmente ocurre, dichas versiones cinematográficas o televisivas han estado bastante bien. Mención aparte merece Ni idea (Clueless, 1995) una brillante versión libre de Emma dirigida por Amy Hackerling.
En Persuasión la protagonista es Anne Elliott (Dakota Johnson) es una mujer soltera de veintisiete años que carga sobre su conciencia el haber abandonado a un amante por las presiones que recibió de su propia familia. Persuadida a romper el compromiso, vuelve a cruzarse siete años más tarde con él, pero esta vez no quiere dejar pasar la oportunidad e intentará recuperar aquello que ella misma decidió perder. Ignorada y menospreciada por su edad y por su resistencia a un casamiento por conveniencia, Anne deberá enfrentarse a aquellos que en su momento la hicieron renunciar a sus deseos personales.
Esta versión 2022 tiene una particular desesperación por verse moderna. Si uno revisa todas las versiones anteriores es cierto que cualquier film refleja, en mayor o menor medida, las características de la época en la cual se hizo, pero en este caso se nota un poco más. . Se ha exacerbado el feminismo que estaba implícito en el texto y se le dio un énfasis particular al humor, en ese caso con mayor efectividad. Pero también se tomó la muy de moda decisión demagógica de tener un casting daltónico, es decir ignorando la raza de los personajes de la novela y armando un elenco diverso. Aunque no hay problemas de actuación, esta idea vuelve a poner sobre la mesa una contradicción: ignorar las razas en épocas y entornos racistas puede verse bien para el espectador actual pero invisibiliza el conflicto real que existía en aquel momento. Los jóvenes pensarán que el racismo nunca existió o empezó a existir recién en los últimos años.
Sí Persuasión describe los conflictos de la mujer en la sociedad, entonces significa que busca retratar los problemas de aquellos años. Si no toca el racismo, entonces es una decisión consciente de pasarlo por alto. No hay nada de malo en usar un casting daltónico siempre y cuando se acepte que está invisibilizando el racismo. Es una decisión estética para una obra de ficción hecha en el 2022, puede tomarse la misma libertad que cualquier otra obra de ficción de la historia. Y puede hacerlo por motivos comerciales y modas, por supuesto, eso tampoco está mal. Simplemente hay que saber lo que se está haciendo.
El otro elemento arriesgado es convertir al personaje de Jane Austen en una joven que habla a cámara todo el tiempo. Desde el comienzo la realizadora toma la decisión de que la protagonista rompa la cuarta pared. Aunque en el libro los pensamientos de la protagonista estaban también manifestados, el relato era en tercera persona. Acá nos cuenta todo lo que piensa y lo hace, claro con humor. Es muy difícil no pensar en una influencia de la serie Fleabag (2016-2019) escrita y protagonizada por Phoebe Waller-Bridge. Este recurso, aplicado a una novela del siglo XIX, tiene su desafío y sus riesgos. La modernización estética de las películas de época puede producir un distanciamiento emocional insalvable. Fleabag, por otra parte, era un poco más osada en la forma en la que usaba esto. Acá, necesariamente, llama la atención y no queda tan bien. Parafraseando a François Truffaut: Podemos aceptar que a mediados del siglo XIX existiera el cine, pero no que los personajes miraran a cámara. Delatar la presencia del aparato que filma nos lleva directamente al siglo siguiente.