En estos últimos meses del 2022 se estrenan en plataformas dos películas que adaptan Las aventuras de Pinocho la historia escrita por Carlo Collodi y publicada por primera vez en Italia y en el periódico Giornale per i bambini entre 1882 y 1883. Una de las versiones es responsabilidad de Guillermo Del Toro, la otra, la que comentamos aquí, está dirigida por Robert Zemeckis. Aunque Collodi originalmente no la pensó como una historia para niños, la publicación inicial ya contenía dibujos que fueron la guía para el imaginario visual que llega hasta nuestros días. La película de Robert Zemeckis es una remake de la película que hizo Walt Disney en 1940. Es decir que refuerza aún más la imagen de Pinocho que todos tuvieron a partir del film. Hasta ahora, tal vez nunca, nadie ha podido superar a ese clásico, en todo sentido.
El título original del gran libro de Carlo Collodi era Storia di un Burattino (Historia de un títere) aunque con los años este quedó en el olvido para pasar a ser Las aventuras de Pinocho y finalmente Pinocho. Pasaron los años y el texto de Collodi terminó convirtiéndose en uno de los libros más populares de la historia. Traducido a todo el mundo, contado una y otra vez, adaptado en cuánto formato surgió e incluso con infinitas versiones literarias que reducen y simplifican el magnífico libro original. Miles y miles de simplificaciones, aferradas a dos o tres momentos, siempre pasando por las ideas de Walt Disney.
La película de 1940 no fue la primera y debido a su alto presupuesto tardó un reestreno, ocurrido en 1945, en volverse exitosa. Fue el primer largometraje de animación en ganar Oscars en competencia. Incluyendo mejor canción: When You Wish Upon a Star. Ese tema se terminó convirtiendo en un himno oficial de Disney, y aún los que no han visto Pinocho lo han escuchado en cada presentación del estudio. La película de Robert Zemeckis da cuenta de eso en sus primeras escenas. Hay tantas versiones perdidas en la historia del cine y la televisión que es difícil creer que esta nueva versión pueda reemplazar a la clásica, aunque sí es evidente que entrará en el canon oficial, por ser una producción de Disney y tener a Robert Zemeckis y Tom Hanks reunidos por cuarta vez luego de Forrest Gump, Náufrago y El expreso Polar.
Entre las muchas versiones están, claro, las italianas. En Italia, con la llegada de la televisión, el libro recibió muchas adaptaciones que se sumaron a las cinematográficas. También el cine soviético se sintió interesado en la novela una y otra vez. Pero los reestrenos del clásico de Disney seguían siendo imbatibles, porque ninguna película estaba a la altura. Entre las rarezas se encuentran un Pinocho en el espacio, en 1965, una versión erótica exclusivamente para adultos en 1971 y una versión en Argentina protagonizada por Soledad Silveyra haciendo de Pinocho en 1986, con Gianni Lunadei haciendo de Geppetto. Fue recién Roberto Benigni, en la cumbre de su éxito, quién buscó hacer una nueva versión de verdadera importancia en el año 2002.
Pinocho, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni luego de La vida es bella fue un fiasco mayúsculo. El actor y director quería hacer este film bajo la dirección de Federico Fellini, pero cuando este murió, quedó solo para llevar adelante la historia. El fracaso demolió la carrera de Benigni como director, pero aun así no quiso jamás abandonar su amor por el libro de Collodi. En el 2019 volvería a actuar en una adaptación de Pinocho, pero esta vez interpretando a Geppetto. El director de esa versión, Matteo Garrone, quiso recuperar el espíritu original de la historia con excelentes resultados. Esta gran versión tal vez despertó el deseo del cine norteamericano de retomar la historia una vez más, pero esta vez en películas a gran escala.
Antes de la película de animación stop-motion de Guillermo Del Toro, Zemeckis repite los defectos de sus últimos años. Destreza técnica, buenas escenas, pero un promedio negativo donde el director está a años luz de sus mejores largometrajes. Esta versión combina acción real y CGI con algunos momentos perfectos seguidos de otros de un falta de encanto total. Pepe Grillo es todo un hallazgo, lo mismo que el Honesto John y su compañero, que son de una perfección absoluta. Son lo mejor de la película estos personajes. Luego está el Hada Madrina que es negra y calva, para quedar bien lejos de la rubia y pálida mujer blanca de la película de 1940.
Se le agregan detalles para los espectadores actuales, es decir razones, justificaciones y explicaciones para que todos y cada uno de los personajes haga lo que hace. La confianza en la pureza de la historia ya no existe. Hay mucho anacronismo en la trama, como si eso fuera necesario. El progresismo de la cultura woke obliga no solo a la diversidad, sino también a agregar un inútil número musical con ritmos latinos y frases y momentos contemporáneos. No hay temas en la película porque estos quedan atrapados por el terror a todo por parte de la generación de cristal. Las otras versiones son inquietantes, esta es lavada, suave, sin tensión. ¿Qué conflicto hay si Pinocho nunca se ve tentado por nada sino que es sólo una víctima de la discriminación? ¿Qué horror espera a los niños que se desvían del camino correcto si no hay una sola imagen de la caída del protagonista? Una película sin conflicto ni identidad. Robert Zemeckis lejos de lo que supo ser y Disney arruinando su propio legado una vez más.