Luis Peñafiel es un escritor que acaba de finalizar una novela que plantea el crimen perfecto en una habitación cerrada. La sorprendente resolución dramática de su relato le vale el respeto y la admiración de todos sus colegas escritores; y es que nunca nadie había encontrado, jamás, una resolución tan convincente como la suya. Esa misma noche, un escritor será asesinado siguiendo el mismo patrón de su historia. Peñafiel es acusado del crimen, y para probar su inocencia, deberá encontrar al verdadero asesino. En su afán por lograrlo, Peñafiel, descubrirá que nada es más engañoso que un hecho evidente.
Estéticamente la película abreva en el policial negro, en el film noir, pero también en su relato consciente del género se parece a los films de Roger Corman y, yendo al cine más cercano, a El acto en cuestión de Alejandro Agresti. Este árbol genealógico sirve para guiar al lector por la estética expresionista en blanco y negro que la película tiene. Alejada de toda forma de realismo –algo muy raro en el cine argentino- y con ganas de jugar un poco en sus guiños a Agatha Christie y Arthur Conan Doyle. Y por supuesto, si de crímenes en cuartos vacíos se trata, también a Edgar Allan Poe y Gastón Leroux.
Los personajes principales, el escritor, el crítico y el admirador conforman un triángulo cuya resolución mejor no anticipar acá. A pesar de que el film muestra no tener un enorme presupuesto, el trabajo para construir la estética de la historia está logrado. No es perfecta la película, porque no todo consigue la calidad cuya ambición parece intentar en cada plano.
Daniel de la Vega, el director y guionista de la película, tiene una larga trayectoria en el cine de género, luchando a brazo partido para que esta clase de cine se instale en nuestra cinematografía. No todos sus film son igualmente buenos, pero en todos hay una búsqueda genuina. Acá los actores ayudan bastante. Además del trío protagónico formado por Osmar Nuñez, Luciano Cáceres y Rodrigo Guirao Díaz, están muy bien Natalia Lobo, Enrique Liporace y Daniel Miglioranza.