El cine de la India, en su descomunal producción, no puede evitar que muchas de sus películas se parezcan demasiado entre sí. Algunos de esos títulos adocenados son bastante más inspirados que otros, pero en general el parecido hunde a una parte de su producción. No es raro que en un país donde se hace y se ve tanto cine (hay países donde se hace mucho más cine del que se ve) cuando aparezca un título con ambiciones diferentes y buenos resultados, la respuesta masiva lo convierta en un clásico. Ese es el caso de Rang De Basanti (2006) dirigida por Rakeysh Omprakash Mehra, cuyo impacto a nivel nacional fue un evento histórico que repercute hasta la actualidad.
La película comienza con Sue McKinley (Alice Patten), una joven cineasta londinense cuyo gran proyecto es una película basada en un grupo de revolucionarios indios mencionados en las memorias de su abuelo, un policía británico en épocas previas a la revolución en la India. Cuando la producción de su película se cae, ella viaja sola a Delhi, donde se encuentra con su amiga Sonia para comenzar con su proyecto de forma independiente, a la manera de un docudrama. Buscando actores para filmar termina viendo en los amigos de Sonia a un elenco ideal para lo que quiere contar. Sin embargo, estos jóvenes no creen en los ideales de aquellos revolucionarios y tienen una mirada desencantada acerca de su país, lleno de corrupción y sin un horizonte de esperanza.
A lo largo de la película se irán intercalando los momentos de amistad y camaradería de este grupo, con otras imágenes de la película recreada más en un plano de imaginación que en la realidad, como si los ensayos fueran ilustrados por escenas de una película que nunca se filma, solo se prepara. En esas imágenes sepia o viradas a un amarillo, vemos una producción demasiado cara y compleja para ser llevada adelante por una sola persona. Pero la brillantez del guión está en intercalar el presente real y las imágenes del pasado –que incluyen una voz en off con los diarios del abuelo de Sue, justificando esas imágenes del pasado, por cierto- de una manera fluida y acertada, de una punta a otra de la película.
El título de la película, Rang De Basanti, remite a una expresión que en occidente se traduce como “Pintame con los colores de la primavera” y también como “Paint It Yellow” como fue su título de distribución en muchos países. Pero la alusión al color refiere no al amarillo sino al color azafrán de la bandera de la India. El título deriva de una frase cuyo significado es estar dispuesto a sacrificarse por una gran causa. Lo que la película de la directora británica cuenta y lo que termina movilizando a los personajes que interpretan a aquellos revolucionarios. Eso también explica el particular color con el que se ilustra el relato del pasado.
El tema de la película sin duda es el paso de la indiferencia y la resignación al compromiso y la fe de que se pueden cambiar las cosas. El relato de la independencia que elige la directora se relaciona con la denuncia de una corrupción que abarca todos los niveles de la vida en la India. La película es una denuncia a esa corrupción permanente de la que los protagonistas no están exentos, como se ve una de las primeras escenas de la película cuando DJ (Aamir Khan) soborna a un policía. El grupo de jóvenes incluye a un miembro de la fuerza aérea, a un joven de familia rica, a otro proveniente de una estricta familia musulmana, todos conforman un panorama de la juventud india. También se les sumará un militante político cuyos ideales entrarán en confrontación con la podredumbre del partido al que pertenece. “Este país no tiene arreglo” es una frase que no es solo de la India y que puede sonar muy habitual en otros países como, por ejemplo, Argentina. Los jóvenes que se quieren ir, que no ven solución a los problemas.
La película, cuya duración de dos horas treinta y nueve minutos responde perfectamente a la duración del cine de la India, arranca como un viaje iniciático de una joven inglesa que buscando contar la historia de los revolucionarios a través de los diarios de su abuelo, termina conociendo cómo funciona la India actual. En la primera mitad del siglo XX el enemigo era Gran Bretaña, en el siglo XXI el enemigo es la política corrupta de la propia India. Pero no es solo ese el proceso que cuenta la película. A continuación se analizarán puntos de la trama, quien no quiera saber cómo termina Rang De Basanti, puede dejar de leer acá.
Una comedia de descubrimiento, con muchas canciones, momentos ligeros y simpáticos, todo eso ocupa la primera mitad de la película. Los protagonistas no cantan, pero sí bailan en muchas escenas al ritmo de la música, no siempre originada en el lugar sino en la banda de sonido, lo que los ubica dentro del género musical. Muchos momentos claves están acompañados por canciones originales, con una presencia significativa, más allá de completar la banda sonora. Pero la comedia, los bailes, los momentos livianos, van dejando paso poco a poco al drama. Un drama anunciado, porque es difícil de creer que se pueda contar una historia tan trágica del pasado y mantenerse alejado de sus implicaciones en el presente. Así, cuando uno de ellos, piloto de guerra, muere heroicamente al no abandonar su avión defectuoso –evitando la muerte de inocentes- las cosas cambiarán. El ministro de defensa hablará de piloto irresponsable y negará la evidencia de todos los aviones que previamente habían caído en circunstancias parecidas. Esta afrenta pública provocará en el grupo de amigos un levantamiento que llevarán hasta las últimas consecuencias.
Lo que empezó casi como una comedia termina como una película trágica, muy emocionante, lanzada al melodrama sin medias tintas, muy al estilo de Bollywood. Pero aun con la intensidad de la última hora, la película es un poco más realista y sobria que gran parte de la producción de la India. Los actores están particularmente inspirados, incluyendo a la súper estrella del cine indio Aamir Khan, conocido mundialmente por Lagaan (2001) y cuya filmografía posee varios de los mejores y más populares títulos del cine indio de los últimos veinte años. Aamir Khan, Sharman Joshi y Madhavan volverían a actuar juntos en 3 idiotas (2009) otro blockbuster descomunal donde la amistad era también uno de sus temas más fuertes. Es mérito del director, el guión, pero también de estos actores que la película funcione. Muchísima emoción tiene Rang De Basanti y también se trata de un film muy movilizador, un evento que generó una enorme repercusión en su país.
Preocupados por la última parte de la historia, donde los jóvenes deciden asesinar al ministro de defensa, los realizadores decidieron pasarle la película al verdadero ministro de defensa de la India, quien no tuvo objeción a la película y su historia. No fue la única función previa al estreno, aunque finalmente más generó problemas no fue que los jóvenes hicieran justifica por mano propia, sino que en el clímax de la película grupos comandos asesinaran a un grupo de jóvenes universitarios desarmados en una radio donde estaban contando su historia. Pero lo que hubiera sido mucho más escandaloso en otros países, en la India generó muchos movimientos de apoyo, campañas contra la corrupción y expresiones como RDB Effect y RDB Syndrome, que aluden a las iniciales de la película y como afectaron diferentes aspectos de la vida en la India. Por supuesto que la película tiene un contenido patriótico que se ha visto en otros títulos de Bollywood, pero tal vez con un impacto superior a otras películas. El discurso es claro, lo que la película dice es que hay que dejar de estar a un lado y comprometerse con los aspectos de la vida cotidiana, que si se quieren cambiar las instituciones, se debe participar, formar parte, abandonar el cinismo y la falta de esperanza en un futuro mejor. Un discurso de alto impacto fronteras adentro, que para afuera termina siendo igualmente emocionante.