LOS ZOMBIES ATACAN DE NUEVO
La saga de Resident Evil fue primero un éxito en el mundo del videojuego y sus ramificaciones no tardaron en llegar al cine. Sin duda el videojuego era una extensión de los films de muertos vivientes que tanto éxito han tenido en la historia del cine contemporáneo. En el año 2002 se estrenó la primera de las películas y, aunque en Argentina no llegó a los cines, las secuelas sí lo hicieron, consiguiendo un éxito notable que hoy alcanza la cuarta parte y promete una quinta y última entrega. La protagonista de todas las películas es Milla Jovovich, cuyo personaje Alice es la heroína en batalla contra la siniestra corporación Umbrella. La actriz es, sin duda, el centro de los films, su figura delgada, alta y enigmática funciona muy bien para este personaje que lucha contra toda clase de zombies y criaturas derivadas de los experimentos de la corporación. Jovovich da perfecto con el perfil de heroína de acción, a la vez que busca explotarse su lado de sex symbol, aun cuando esta cuarta entrega no tenga espacio para ninguna interacción sexual o romántica entre los personajes. Así como en el primer film de la saga el elenco incluía a Michelle Rodríguez como otro fuerte personaje femenino, acá una vez más retoma el rol de compañera de aventura Ali Larter, que ya había acompañado a Alice en el tercer film de la saga. La novedad de esta cuarta parte es, dentro de la historia de la saga, la inclusión del 3D. El director es Paul W.S. Anderson, un experto en cine de acción no siempre de primera calidad, y director de la primera película de la saga. Su regreso no podría ser mejor, ya que Anderson, que brilló con sus efectismos en aquel film, no pierde aquí ni una sola oportunidad de lanzar cosas hacia la pantalla para explotar al máximo el 3D. Antes de que Anderson dé a conocer su versión de Los tres mosqueteros y ya no podamos ser tolerantes con sus limitaciones, es interesante ver cómo el director inglés representa una coherencia dentro de un cine que no logrará acceder nunca a una categoría de autor. Así, a los méritos mencionados de la actriz, hay que sumarle la manera en la que todo el tiempo buscan crear escenas para revolear objetos contra los espectadores. Pero para ser sinceros, todos los films de la saga poseían los mismos golpes de efecto y uno no puede decir que acá se traicione el espíritu de la serie. Sin aportar, entonces, nada nuevo a la saga y sin resultar muy tentadora para posibles nuevos espectadores, Resident Evil 4: La resurrección entretiene y tiene simpatía en su afán de provocar que el público intente esquivar balas, cuchillos, hachas gigantes y algunos zombies que se lanzan a cámara. Como en todo film de zombies o con ellos, siempre habrá escenas que valgan la pena. En ese sentido, el gigante con hacha es todo un hallazgo también. Quienes hayan seguido toda la serie se merecen, por estos méritos y para poder seguir las aventuras de Alice, disfrutar de este fugaz juego cinematográfico.