Serie original de Amazon Prime Video que sigue un grupo de chicas adolescentes que tienen un accidente de avión y terminan arribando como pueden a una isla desierta. El grupo estaba viajando a una especie de campamento para mujeres antes del accidente. Son distintas y deben sobrevivir en esa isla, cada una tiene un pasado y un mundo muy diferente. Pero esa llegada a la isla de un grupo tan heterogéneo es tan solo el comienzo de la aventura.
Pasada la sorpresa del final del primer episodio, el problema con The Wilds es que más que un misterio por resolver, es un misterio que uno quiere que termine. En una película todo se hubiera resuelto en dos horas. Nueve horas son demasiadas. Las series del siglo XXI suelen tener ese defecto y no todas logran resolverlo incluyendo flashbacks con el pasado de cada uno de los personajes.
Por eso una vez instalado el misterio, lo único que queda es soportar como nos llevan una y otra vez hacia el pasado de los personajes y como instalan pequeños enigmas y pistas que, por lo dicho antes, son solo postergaciones para llegar al previsible resultado del tan mentado misterio. Todos los trucos están demasiado a la vista. Muchas situaciones que son mostradas como sorpresa no lo son y en ese aspecto el guión no mantiene al espectador en vilo.
Hay varias series y películas que confluyen en The Wilds y no hay nada novedoso aquí. Los personajes se ven todos conocidos sin conseguir que tengan un renovado interés. Hay algunas escenas rescatables y buenos momentos, pero hablamos siempre de 10 episodios, demasiado para festejarle algunos logros dispersos. La serie pasa de la aventura al estudio sociológico y funciona mejor en lo primero que lo segundo, aunque su verdadero corazón es el drama. Drama bien llevado por algunas actrices, y muy mal llevado por otras. Fuera de la isla, todo es de menor calidad dramática y actoral. También es un catálogo agotador de conflictos juveniles, una agenda que nunca se ve espontánea.
En cine es posible que hubiera sido contada en tres películas. En particular porque la temporada 1 cierra con el anuncio de la temporada 2. Imaginar veinte capítulos es alargar demasiado esta trama que ya parece bastante jugada y terminada. Otra experiencia de islas, náufragos y jóvenes en desgracia. Con un discurso que fluctúa en direcciones contradictorias entre sí, donde no se termina de entender el sentido o el tema principal de la serie.