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Sexo/Vida

De: Patricia Rozema

Billie Connelly (Sarah Shahi) es una mujer casada y madre de dos niños pequeños. Su marido es Cooper Connelly (Mike Vogel), el hombre perfecto, al menos en teoría. Apuesto, amable, inteligente, generoso. Buen padre y gran marido, pero la convivencia ha debilitado a la pareja y la química sexual no es la mejor, Sarah siente que no es feliz.

Por ese motivo decide escribir un diario acerca de su vida sexual del pasado, intensa y fogosa, llena de riesgo y experimentación. Su pareja de aquellos años, Brad Simon (Adam Demos) aparece en sus recuerdos y finalmente termina apareciendo nuevamente en su vida. Brad sale con Sasha Snow (Margaret Odette) la mejor amiga de Sarah. Cuando Cooper descubre el diario siente la amenaza de ese pasado sexual que puede volver a Sarah y llevarse puesto su matrimonio.

Todo esto se puede resolver en una película de noventa minutos y sobrarían cinco para un videoclip. Pero Sexo/Vida se toma ocho capítulos de cincuenta minutos para dar vueltas sobre el mismo tema sin aportar nada significativo más allá de la idea. La duración de la serie la vuelve una telenovela mala mezclada con un drama de película de cable con un film softcore de trasnoche. Muchas escenas de sexo, gran cantidad de desnudos y cierta osadía para estar en Netflix. Digamos que las personas que quieren ver dramas femeninos tendrán acá lo que no les dará la novela de la tarde. Un compilado de escenas eróticas berretas, todas de manual.

Una versión de aquellas películas polémicas de los ochenta y los noventa. Esas que armaban revuelo y discusiones y luego alguna columna en un diario. Hoy, este es el gran cambio, la serie es insultada por motivos ideológicos, lo que por un instante dan ganas de defenderla. Pero es un instante, porque la serie es horrible. Pero vivimos una época donde los personajes protagónicos no pueden ser como quieren ser, sino que tienen que representar ideologías concretas y ser ejemplos de conductas.

Hecha con astucia, aunque está filmada de manera espantosa, el gancho sexual sigue funcionando aun hoy. Los actores son particularmente horribles a la hora de actuar, pero es posible que no haya sido por su talento actoral que los hayan elegido. Algunos momentos que podrían haber sido comedia son desperdiciados con solemnidad aplastante. Y claro, hay mucho sexo, pero también hay muchas charlas y explicaciones. Ya sea que sea una serie moralista o absolutamente libertina, el problema de Sexo/Vida está en su guión pobre y en una voz en off que hace unas reflexiones de libro de autoayuda. Con su debate entre la vida familiar organizada y estable versus el descontrol sexual y la libertad, pasa una y otra vez por los mismos espacios, como un péndulo de clichés que intenta moverse durante varias temporadas. Así que recuerden siempre: Sin espectadores, no hay bodrios.