Series

SHERLOCK: THE ABOMINABLE BRIDE

De: Douglas Mackinnon

EL EJÉRCITO DE LAS SOMBRAS

La siguiente nota anticipa elementos claves y sorpresas de la trama. Se aconseja a quien no haya visto aun el episodio, no seguir leyendo.

Sherlock ha demostrado con creces ser una de las mejores series del siglo XXI. Aun partiendo de uno de los personajes más populares de la cultura popular, cuyas versiones cinematográficas y televisivas se cuentan por cientos, la serie Sherlock ha encontrado la forma de ser sorprendente, original, brillante y a la vez fiel a la creación de Arthur Conan Doyle.

Una de las características más particulares de la serie es la duración de sus episodios, siempre alrededor de los 90 minutos, como si de una película clásica del personaje se tratara. Y también el hecho de que cada una de sus tres temporadas solo tiene tres episodios. Esto le ha permitido no solo conservar su excelencia, sino también el apetito de sus seguidores. Porque tal vez Sherlock no sea la serie más popular del mundo, pero sí es de las que más lealtad ha logrado entre sus seguidores.

En todo el mundo la nueva temporada de Sherlock se ha hecho desear. La serie tuvo su primera temporada en el 2010 y los admiradores han tenido que dejar pasar el 2015 completo sin ver ni una sola escena nueva. El 2016, sin embargo, arrancó con todo. El especial de Navidad –o comienzo de la temporada 4, si quisiéramos ser ordenados- se estrenó el 1ro de enero del 2016. Pero no habrá nada más durante el resto del año. Con suerte, Sherlock volverá en el 2017.

El regreso de Sherlock con The Abominable Bride fue una fiesta. No solo se anunció que sería un especial de Navidad victoriano, sino que además que se estrenaría en la BBC y en cines al mismo tiempo. En varias ciudades del mundo se realizó una función –en muchas salas- del especial. Y las entradas se agotaron. Algo interesante para tomar nota: los fans prefirieron pagar una entrada de cine en lugar de verlo gratis en sus casas. En lo personal, yo tuve la suerte de ser uno de los que concurrió ese día ver The Abominable Bride. En mi caso en el cine Odeon de Covent Garden, en Londres. La función fue acompañada con una breve presentación documental con los creadores de la serie antes del especial y un backstage del capítulo al final del mismo. Una verdadera fiesta para los fans. Fue realmente algo nuevo poder ver nuestra serie favorita escuchando las risas y apreciando el silencio frente a cada sorpresa que el capítulo deparó.

Los creadores de la serie, Steven Moffat y Mark Gatiss (quien interpreta a Mycroft Holmes en la serie) no han dejado de asombrar desde que Sherlock comenzó. Lograron aunar a los más feroces fanáticos del personaje literario con las nuevas generaciones que jamás se hubieran acercado al famoso detective. Sherlock es una serie adorablemente brillante. No es pedante, es generosa. Su brillantez consiste en darle al espectador todo lo que se le puede dar. Drama, comedia, suspenso, acción, entretenimiento. Es una serie inteligente y apasionante. Cuando se anunció que el especial de Navidad sería victoriano, todos empezaron a emocionarse por el regreso a las fuentes de esta serie tan moderna.

Ver a nuestros adorados héroes Sherlock Holmes y John Watson en el mundo que Arthur Conan Doyle los ubicó al crearlos es en sí mismo un evento. Pero justamente la serie de Moffat y Gatiss había logrado salir de la trampa de la ilustración directa y había logrado dar una vuelta de tuerca. ¿Sería este Sherlock victoriano un acierto o un evento menor en comparación con el resto de la serie? La respuesta está la vuelta de tuerca brillante que Sherlock se guarda. Claro que primero se hace un festín en dirección inversa a la serie original. Sherlock lograba ser de una lealtad absoluta a Conan Doyle haciendo adaptaciones brillantes de todos sus componentes al siglo XXI, The Abominable Bride hace un trabajo brillante llevando todos los detalles inventados por la serie a la época victoriana de la que, irónicamente, partió el personaje en primer término.

Holmes y Watson vuelven a ser presentados de forma breve y veloz, y luego los vemos ya funcionando como dúo de investigadores. El caso que les traen es complejo y parece encerrar una clave sobrenatural. ¿Cómo podría Holmes aceptar la existencia de un fantasma? ¿Es realmente la novia abominable una aparición? El lujo visual de la serie llevado al siglo XIX le da al capítulo alguno momentos memorables, pero es nuevamente el guión la estrella que permite maravillar a los espectadores. Dentro de la cronología de la serie, The Abominable Bride no afecta en nada la línea temporal. Cuando descubrimos que el especial victoriano no era tal, recordamos que Steven Moffat ya había demostrado en Dr. Who su amor por Jorge Luis Borges y este capítulo de Sherlockparece deberle también algo. Borges es uno de los escritores de Moffat, también se sabe.

La novia del título parece que ha vuelto de la muerte para asesinar primero a su marido y luego a otros hombres. La trama del supuesto fantasma sorprende, aunque sin disimulo se empieza a adivinar la resolución del caso. Quien sepa algo de Londres y Gran Bretaña va a deducir cual es la conspiración detrás del crimen. No creo que la serie busque hacerlo difícil de adivinar. Justamente por ocuparnos de creernos superiores al adivinar a las sufragistas detrás del misterio, nos perdemos la vuelta de tuerca que nos dejará con la boca abierta.

Londres, gran protagonista de la serie, vuelve a lucirse en su insuperable aspecto victoriano y el 221 B de Baker Street también es el que siempre imaginamos en los libros. No falta tampoco una cita visual emocionante a Sidney Paget, el ilustrador de las historias de Sherlock Holmes cuando se publicaban en The Strand. Y ya no quedan más elogios para decir lo que hacen Benedict Cumberbatch y Martin Freeman. Ambos están tan bien en sus papeles que cualquier elogio parece ya usado. Tienen una química tremenda y un timing para la actuación que los ubica entre los mejores dúos de la historia de la televisión y el cine.

El especial de Sherlock The Abominable Bride es tan solo el más sofisticado y espectacular prólogo de lo que viene en la temporada cuatro. También es un agradecimiento y un homenaje a Conan Doyle y sus admiradores. Una vez más, lo que caracteriza a la serie es su generosidad. Nada se guarda Sherlock, todo está ahí, todo justifica cada minuto de los 90 que dura cada capítulo. Nadie, y sobre todo en el mundo de las series, aprovecha mejor el tiempo que Sherlock. Nada sobra, nada falta, esa es la marca de la perfección.