Joe Gardner es un profesor de música que sueña con ser músico de jazz. Cuando finalmente le llega el momento que tanto ha esperado, una distracción lo termina llevando al otro mundo. Joe intentará regresar a cualquier precio, trayendo consigo un alma rebelde que no quiere ir a la Tierra. El imposible dúo no tiene mucho tiempo para poner las cosas en orden, será una aventura a contrarreloj por las calles de Nueva York.
Esta nueva producción de Pixar se encuadra más dentro de la línea de películas más filosóficas que alocadas, aun cuando tenga algo de ambas corrientes. Con mucha inteligencia el guión consigue plasmar los temas que le interesan y al mismo tiempo sorprende, aporta mucho humor y entretiene de punta a punta. A diferencia de otros films de Pixar, Soul no decae ni tiene una segunda mitad que decaiga. Tiene una excelente concentración de personajes, mantiene el rigor en el relato y es inusualmente arriesgada y bella en lo visual. Un mundo menos previsible al que venia acostumbrándonos el estudio.
Tiene chistes de todo nivel, de los simples y de los complejos, pero en todos los casos están en función de lo que la película desea contar y su mirada acerca del mundo. En ese aspecto tiene una virtud de la que suelen carecer muchas de las grandes películas de alto presupuesto actuales: No intenta que convivan muchos discursos ni pretende dejar contento a espectadores con miradas contrapuestas. Elige un camino y no se desvía. Parece realizada por alguien que sabe lo que quiere decir. No es tan fácil para esta clase de producciones.
Soul fue realizada para ser estrenada en los cines. Se encontró en el 2020 con una realidad inesperada. Esto no condicionó su contenido, pero sí la manera en la que la recibimos. Incluso la fecha de estreno en streaming no tiene nada que ver con el plan original. Lo cierto es que en un año donde toda la humanidad viene muy golpeada y donde, en otro nivel, las personas que aman ir al cine se quedaron sin esa vía de felicidad que significa estar en una sala viendo películas, Soul resulta muy reconfortante. No sé cómo hubiera sido en otro contexto, pero hoy es un bálsamo que ayuda a que el espectador se sienta un poco mejor. Es claro que significa la complejidad y la dureza de la vida, pero igualmente busca encontrar respuestas. En un momento tan particular del mundo, donde muchas cosas quedaron patas para arriba, Soul propone una mirada más simple y a la vez profunda acerca del paso por este mundo. Es imposible no emocionarse, aunque los trucos estén a la vista. Al final de este año todos necesitamos que alguien ponga su mano sobre nuestros hombros y nos diga que vamos a estar bien. En el cine, parece que a Soul le ha tocado esa tarea.