Un periodista de radio, Frank Bonneville (Eric Bana), obtiene todas las primicias rompiendo varias reglas. A pesar de sus logros, su jefe Geoffrey Mallard (Kevin Pollak) advierte que si viola la ley una vez más, será despedido. Con él trabaja Ian Finch (Ricky Gervais), el técnico de sonido de Frank, un hombre inseguro con un mal matrimonio y una esposa que lo desprecia, Eleanor (Vera Farmiga). Una serie de eventos llevan a que Frank pase la noche con Eleanor sin saber que es la esposa de Frank. A pesar de que fue solo una noche, Eleanor deja a Frank justo cuando la radio les ha asignado a ambos ir a cubrir una revuelta en Ecuador. Cuando ambos van camino al aeropuerto, Frank tira por error los pasaportes a la basura y ambos se quedan sin la chance de viajar. Desesperados, terminan inventando un móvil desde el edificio que está frente a la radio. Fingen que están allá pero las cosas se irán complicado a niveles inesperados y la cobertura que hacen se vuelve noticia en todo Estados Unidos. La única persona realmente preocupada por Frank es su compañera de trabajo Claire Maddox (Kelly Macdonald).
Escrita y dirigida por Ricky Gervais, la película tiene muy pocos de los elementos propios de su trabajo. De hecho podría haber sido escrita y dirigida por docenas de otras personas, porque no hay algo absolutamente suyo. Igualmente él es gracioso y tiene sus momentos. Lo mismo para Kelly Macdonald, en otro gran rol secundario. Pero la película tiene problemas para encontrar el tono. No es una comedia de acción, no termina de desplegarse como sátira sobre los medios y como buddy movie tampoco brilla demasiado, aunque en ese aspecto las cosas más o menos se encaminan. El papel de Eleanor está demasiado arriba y es demasiado desagradable, lo que no ayuda a la fluidez de una película en otro tono. La película, sin ser un desastre, está demasiado lejos de las posibilidades de quienes la hicieron.