Las últimas estrellas de cine (The Last Movie Stars) es una serie documental de seis episodios sobre el matrimonio formado por Paul Newman y Joanne Woodward. Estuvieron casados durante cincuenta años, hasta la muerte de él en el año 2008. Juntos fueron una de esas parejas legendarias de la industria cinematográfica y a la vez una de las más prestigiosas y reconocidas. Juntos y por separado, son verdaderas estrellas de cine en el sentido más profundo del término. Pero dedicarles un documental de seis episodios solo podría darse en caso de tener un material único, inédito, y de un valor tanto biográfico como artístico. Todo eso es lo que tiene en sus manos Ethan Hawke, y por eso se atrevió a ser el director de The Last Movie Stars.
En primer lugar hay que decir que, para bien y para mal, no se trata de un documental tradicional. Fue armado durante la pandemia, por lo cual Ethan Hawke, desde su casa, discute y analiza la filmografía de Newman y Woodward con personas que los conocieron pero también con varios artistas amigos del propio Hawke. Esa mezcla alborotada hace que la narración se vea despareja, pero a la vez tenga una enorme vitalidad. Hay algo auténtico en esas charlas, aun cuando sean a través de computadoras. Por supuesto que el material de archivo de extraordinaria calidad logra el complemento para que sí tengamos los beneficios de un documental más clásico.
La excusa para el documental parte de un intento de Paul Newman de realizar una autobiografía a partir de los testimonios de todos los que conocieron a la pareja. Horas y horas de grabación que junto con un colaborador él fue recopilando a lo largo de los años. Un material imposible de realizar hoy, porque muchos de los que hablan ya no están con vida y tampoco lo estaban hace diez años atrás o incluso más. Un día, sin explicación, Paul Newman tomó ese material y lo prendió fuego. No quedó nada. Sin embargo, la desolación total tuvo una vuelta de tuerca cuando se descubrió que existían transcripciones de todo ese material, o al menos de la mayor parte. Nunca se sabrá que no pasó de audio a papel. La única opción que tiene el documental es contratar actores para leer esos textos. Hawke lo hace de forma muy abierta. Habla con sus amigos y les anuncia que rol hará cada uno. Al principio vemos el truco pero con el correr de los episodios nos acostumbramos. Así, George Clooney será la voz de Paul Newman así como Laura Linney hará la voz de Joanne Woodward. También están Vincent D´Onofrio (Karl Malden), Alessandro Nivola (Robert Redford), Bobby Cannavale (Elia Kazan) y así muchos otros famosos.
También hay testimonios de los mencionados opinando sobre la pareja protagónica, ya bien por su admiración o por haber trabajado con ellos. Martin Scorsese, Richard Linklater, Paul Schrader, Mario Andretti, Sally Field y varios otros. Scorsese y Andretti también figuran como productores, por lo que seguramente deben haber dado una mano en lo económico. Claro que también hay entrevistas a los propios protagonistas y sus conocidos, pero no son de esas grabaciones privadas inéditas sino de entrevistas conocidas. Ahí también hay mucho material. Pero seguramente alcanza mayor vuelo el documental cuando se analizan las películas. Cuando vemos discusiones nunca vistas sobre varios de los títulos protagonizados por la pareja. El recorrido es exhaustivo y rescata del olvido la carrera de Joanne Woodward, quien alcanzó la fama y el prestigio primera pero luego dio un paso al costado para dedicarse a la familia y las clases de actuación, por lo que perdió algo de fama para las siguientes generaciones.
El documental es pudoroso con el matrimonio, aunque deja en claro todos sus conflictos. También muestra el lado oscuro de sus vidas y todas sus tragedias. Los humaniza en el mejor sentido, los hace aún más grandes debido a eso. Ethan Hawke no baja línea, al contrario, se hace y les hace a todos preguntas de las cuales él no tiene una respuesta certeza. Aun en su alboroto, el documental gana mucho con eso. Y luego de seis episodios no queda otra que terminar emocionados con Paul Newman y Joanne Woodward a la vez que se vuelve imperioso correr a ver nuevamente todas sus películas.