Luego de la Edad Dorada de Hollywood y con la llegada de la televisión, muchas grandes estrellas trabajaron en series, telefilms o incluso condujeron shows de entretenimiento. Para algunos fue descender del olimpo de los dioses al mundo de los humanos, pero para otros fue un enorme progreso. En la mayoría fue perder la fama fuera de las fronteras de su propio país porque muchos de esos shows no salían del consumo local. Luego vino una época en donde trabajar en televisión era menos que el cine sin duda alguna y los actores soñaban con ir a la gran pantalla para dejar atrás la ficción hogareña. Con el cambio de siglo se revirtió la tendencia y las series volvieron a ser un espacio de fama, reconocimiento y popularidad. Estrellas de cine que nunca habían hecho series, se fueron animando poco a poco, los últimos en llegar fueron las megaestrellas de la década del ochenta, como Harrison Ford o Arnold Schwarzenegger, pero ya se sumaron al club. Cómo no podía ser menos, también Sylvester Stallone quiso probar suerte y así fue como nació Tulsa King, una serie creada nada menos que por Taylor Sheridan, el gigante detrás de Yellowstone, 1883 y Mayor of Kingstown.
Sylvester Stallone nació en 1946 en Nueva York. Treinta años más tarde, y luego de mucho trabajo, logró el papel de su vida en una historia escrita por él que era una metáfora de sus propias luchas. La película que él protagonizó se llamaba Rocky (1976) y el resto es historia. Luego se sumaría Rambo (First Blood, 1982) y ya la popularidad del actor sería definitiva. Entre muchos roles, idas y vueltas, Stallone es una figura famosa incluso para quienes no siguen su carrera. Ahora, con setenta y siete años, la estrella se ha animado a hacer por primera vez algo inédito en su vida: protagonizar una serie de televisión. Si bien Stallone estuvo como extra en algún show televisivo, jamás actuó y mucho menos protagonizó un programa.
Claro que tenía que ser Taylor Sheridan, uno de los hombres más fuertes dentro de la televisión actual, quien lo convenciera. Y el papel que le reservó a Stallone le calza como guante. En Tulsa King el actor interpreta a Dwight “El general” Manfredi, un capo de la mafia de Nueva York que acaba de dejar la cárcel luego de cumplir veinticinco años de condena. Durante ese período no ha dicho una palabra y a cargado sobre sus hombros una muerte sin culpar a nadie más. Pero cuando sale, el jefe máximo, Pete “La Roca” Invernizzi, quien está viejo y con problemas de salud, ha empezado a legar su poder a su hijo Chickie y le pide a Dwight que deje Nueva York y se instale en Tulsa, Oklahoma.
Este exilio forzado lleva al veterano fuera de época a tener que empezar de cero en un lugar completamente diferente. No solo debe ponerse al día con los cambios en el mundo, también debe abandonar su universo urbano por el ámbito rural cerca de una ciudad fuerte rodeada por reglas y poderes completamente diferentes. Pronto encontrará aliados y enemigos, además de los cabos sueltos con la mafia que han quedado en Nueva York. De eso trata Tulsa King, una serie que desde su excelente secuencia de títulos, muestra el choque entre dos mundos y entre dos épocas.
En esa confrontación está la clave de todo. Los espectadores seguidores de Stallone se verán identificados con ese personaje fuera de época obligado a empezar en un mundo nuevo. Un tema favorito de la cultura americana, la segunda oportunidad, aquí encuentra un formato perfecto. Taylor Sheridan construye una de sus series más logradas pero también más ligeras. Tulsa King tiene mucho más humor que Yellowstone, Mayor of Kingstown y 1883 pero también, más allá del drama que va ascendiendo a lo largo de los capítulos, el tono es un poco más ligero que el de las otras producciones mencionadas. Eso la hace muy llevadera y entretenida, además de tener capítulos de menos de cuarenta minutos cada uno.
Se parece, eso sí, a Yellowstone, en cuanto al hombre poderoso que debe lidiar con presiones y ataques de todos lados para conservar el poder que tiene y también a Mayor of Kingstown en cuanto a la violencia criminal que rodea a todos. Para Stallone este posiblemente sea su único gran rol para televisión, a la vez que uno de sus últimos grandes papeles en general. Tulsa King es una gran serie y a la vez un homenaje a su enorme figura, popular desde hace casi cincuenta años. Lo cómodo que está el actor y lo fácil que es de disfrutar la serie es algo que no debe considerarse menor. Una de las series más divertidas de los últimos años.