Hijo de una familia de trabajadores, Manuel vuelve a su tierra con el objetivo de prepararse para entrar al conservatorio de música como pianista. En esos días de ensayos, se cruza con Sibila, la hija de un latifundista. Entre ellos nace una historia de amor prohibida por las diferencias sociales. La familia de Manuel está en una situación adversa que los lleva a perderlo todo. Para revertir la situación, Manuel decide participar de una carrera de motos con los peligros que implica para sus manos como pianista.
La película está filmada en los bellos paisajes del sur, un lugar cuyo director, Alex Tossenberger, conoce muy bien. Pero la historia es muy básica y las actuaciones son casi de aficionados, aún con varios actores conocidos en el elenco. Los temas sociales, políticos y económicos, mezclados con el melodrama romántico, están desarrollados de forma infantil, sin interés por la puesta en escena ni cariño alguno por el ritmo cinematográfico más elemental. Las locaciones son aprovechadas pero no al máximo, la sensación de un film fallido con límites artísticos y narrativos se impone. Ideas del cine muy antiguas, propias de un cine argentino que ya no existe más.