Estados Unidos, 1880. Thomas Edison (Benedict Cumberbatch) ha presentado su bombilla eléctrica y ha optado por la corriente continua, que aunque es más barata y limpia que la luz de gas, tiene un alcance limitado y es costosa. George Westinghouse (Michael Shannon), un exitoso hombre de negocios e inventor, desea aprender más e invita a Edison a cenar. Después de ser desairado por Edison, Westinghouse se propone demostrar que la corriente alterna es la mejor tecnología, ya que puede funcionar a mayores distancias y a un costo significativamente menor. Edison y Westinghouse compiten para lograr que las ciudades de los Estados Unidos utilicen su sistema. Un inventor llamado Nikola Tesla (Nicholas Hoult) llega a los Estados Unidos y comienza a trabajar con Edison, pero está decepcionado por la falta de voluntad de Edison de reconsiderar sus ideas.
Thoma Edison, George Westinghouse y Kilola Tesla. Tres hombres y tres apellidos cuya simple mención nos conecta con el progreso de la humanidad. La guerra por la corriente eléctrica es apasionante y la película recompone, con algunas silencias, esas batallas memorables entre grandes mentes y visionarios que luchaban por mejorar la humanidad y también dejar su nombre en la historia. Sus egos, sus conflictos personales, sus puntos más fuertes y también sus debilidades. Todo eso aparece en esta película que, hay que insistir, tiene como punto más fuerte el contar una historia espectacular. La reconstrucción de época se ve magnífica y el director tiene una cierta tendencia a los movimientos de cámara inútiles, pero nada particularmente grave, aunque priva a la película de ser más elegante y contundente en su narración.
La vida de cada uno de estos sombres merece una película, la combinación de los tres cuando lucharon por iluminar a Estados Unidos es uno de los puntos más altos de la historia. Quedaron muchas cosas afuera pero creo que el guión consiguió pasar por casi todos los puntos relevantes. Muchos problemas a la hora de finalizar el rodaje postergar su estreno, pero no tiene que ver con lo que pasa en la película, sino con que su productor, Harvey Weinstein, fue denunciado en ese momento por acoso y violación en un caso que sacudió a la industria del cine. Luego de varias vueltas la película se debe haber beneficiado por tener al director al mando del corte final. La película tuvo un estreno limitado a pesar de tener un gran elenco con excelentes actuaciones. Anunciada para estrenarse en cines en Argentina, la realidad mundial la dejó afuera también de esa posibilidad. Una película que hubiera merecido una mejor suerte, sin duda.