Uncharted es la primera producción de Sony PlayStation Productions. Cómo Marvel, como Star Wars en la era Disney, Play Station tiene un logo que presenta primero a sus personajes en lo que ya es un golpe al corazón para los espectadores que previamente han jugado esos juegos durante años. Pero eso está fuera de la película, solo es la promesa de lo que vendrá, un universo cinematográfico Play Station que empieza ahora con Uncharted y cuyos límites son imposibles de predecir.
El dilema de si una de las sagas más exitosas y queridas del mundo de los videojuegos se puede transformar en una saga igualmente querida y exitosa de cine se lleva gran parte de la energía de los seguidores de Nathan Drake y sus aventuras. Pero en definitiva sigue siendo siempre el mismo conflicto falso de comparar la película con universos previos, desde Hamlet a Lara Croft, desde Homero a Pikachu. Se lleva la energía, sí, pero también distrae inteligentemente cuando cada jugador descubre un guiño o una clave que conecta con los juegos que tanto quiere. No dejemos que la película se pierda en esto.
Las películas de aventura son tan viejas como el cine, y aun así Los cazadores del arca perdida (1981) parece haber fundado el género de nuevo. Algo hicieron Steven Spielberg y George Lucas allí que hizo que todas las aventuras posteriores parecieran un poco lentas, un poco incompletas, y que siempre tuvieran que rendirles homenaje y respeto a los films de Indiana Jones. Uncharted no es la excepción y se mueve bajo la sombra de esos films. La diferencia es bastante clara y a esta altura el único que ha sabido salir a competir de igual a igual fue Stephen Sommers con La momia (1999). Pasaron ya cuarenta años del film de Spielberg y todavía están dando vueltas sin un rumbo definido.
Uncharted arranca con una gran escena de acción para que los espectadores estén enganchados y luego retrocede a la adolescencia de Nathan Drake y su hermano Sam. Esta estructura la toma del videojuego, pero para la película delata la incapacidad de ser entretenida con la historia contada de forma lineal. Luego se presenta a Nathan ya adulto (Tom Holland) y como este conoce a Sully (Mark Wahlberg) quien lo recluta para una gran aventura en búsqueda de un gigantesco tesoro relacionado con la expedición de Magallanes y Elcano. En toda esa primera parte se muestra la lógica de las aventuras cazafortunas y la traición como moneda constante. También aparece el villano, Santiago Moncada (Antonio Banderas) un español que hará lo que sea necesario para quedarse con el tesoro. También está Chloe Frazer (Sophia Ali) para sumarse al triángulo de traiciones y competencias.
Lo que no se llega a entender es porque no pueden apostar todo el tiempo a la aventura y el sentido del humor. Hay muchas escenas charladas, emociones, explicaciones y situaciones que detienen la acción. La certeza de las secuelas hace que no se preocupen por hacer la película lo más divertida posible y se ocupen en presentar cosas. La escena inicial en el avión prometía más de lo que la película luego cumple. Por suerte cuando ha logrado hacer todas las presentaciones se encamina y el final es verdaderamente espectacular, como si recién allí se encendieran todas las luces y comenzara el show. La película evita la violencia del videojuego y tiene momentos un tanto insólitos, como cuando alguien tiene una muerte que debería ser sangrienta pero solo tiene unas gotas que son mostradas en más de un plano, subrayando sin querer el ridículo.
Un poco se aleja de los juegos y se acerca a un cine de aventuras más para todo público. La película tiene chistes pero no tiene sentido del humor en un sentido estricto. La sensación de que lo mejor está por venir esperemos se cumpla. Con un público cautivo tan grande, ya demostraron que quieren ser respetuosos, pero se hace imprescindible más acción, tiros y un espacio para la fantasía. Las mejores adaptaciones de videojuegos serán aquellas que aprovechen lo más demencial de estos y lo conviertan al lenguaje del cine. Por ahora estamos frente a una película que cierra bien pero que avanzó a los tumbos, que promete pero escatima, que no quiere dar pasos en falso y por eso queda limitada. Y sí, hay regalos para los fans de los juegos, lo que sin duda logrará cautivar a los que disfrutaron de una saga que ha hecho historia y a la que siempre vale la pena volver.