Under the Silver Lake es un neo noir lisérgico que atraviesa casi dos horas y media pasando de un delirio a otro con total seriedad, como si acaso el guión fuera absolutamente realista. El protagonista es alguien que emprende una investigación para averiguar el paradero de una joven atractiva a la que ha observado desde su departamento durante días. Como uno de esos detectives de la década del cuarenta, descubre algo mucho más grande de lo que podría haber imaginado en un comienzo. Se mueve por Los Ángeles mezclando a Humphrey Bogart con los protagonistas de Barriochino y Sunset Blvd. en una catarata de referencias cinéfilas que se disparan en todas las direcciones. También parece Hunter S. Thompson y David Lynch, pero sin su estética. La pesadilla, nacida de la trama de La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock, también emula a varios films del director, y salta de una referencia a otra mientras va ofreciendo diferentes sorpresas.
Under the Silver Lake entretiene sin que sepamos nunca hacia a donde va o que es lo que está buscando. Es una película cuya mayor ambición está en el clima que logra. Sam (Andrew Garfield) es un gran personaje y la galería de secundarios también lo es. Sumergida en el universo de tantas citas, esta película parece estar construida más de las ficciones que de la realidad. Una más en la larga serie de pesadillas surgidas en los alrededores de Hollywood, la fábrica de sueños y también de pesadillas.