Val Kilmer es uno de los rostros más conocidos para el público de la década del ochenta y noventa. No fue nunca una estrella descomunal, pero sí participó de varias películas importantes, algunas de ellas muy buenas. Se volvió conocido con Top Secret! (1984), su primer rol en cine, un éxito total en una película que aun hoy sigue siendo objeto de culto. Luego vendrían Top Gun (1986), Willow (1988) y The Doors (1991) donde tendría su papel más importante. Thunderheart (1992) también estaba bien, Tombstone (1993) sería otro film muy querido en Estados Unidos y, por supuesto, Kilmer también estuvo en Heat (1995) de Michael Mann junto a Al Pacino y Robert De Niro. Pero a toda velocidad su carrera salió del centro de atención. En el medio se dio el lujo de hacer Batman Forever (1995) y negarse a filmar una secuela a pesar del éxito. Sobre algunos de los misterios de su carrera y sus motivaciones echa luz este documental llamado simplemente Val.
Val Kilmer es el amo y señor de este documental. Él es la estrella, no hay testimonios de nadie, solo él y la cantidad gigantesca de material en video que filmó desde la década de los ochenta. Así como lo describí arriba, su filmografía es mostrada entre 1984 y 1995, sus años de esplendor. Kilmer fue a casi todos los rodajes filmando, lo que ofrece un material inédito de gran valor. Pero además el documental cuenta su vida y la de su familia. Solo sus dos hijos tienen una presencia en el documental más allá del material de archivo. Es justamente Jack Kilmer quien le pone voz a los textos escritos por Val Kilmer. Es una especie de voz en off rara, pero es la posibilidad de escuchar lo que tiene para decir el actor sin el impedimento para hablar de Val. La película cuenta que le diagnosticaron cáncer de garganta. Se le practicó una traqueotomía, lo que le impide hablar de manera normal. En la película igualmente el habla, pero son frases más cortas en momentos puntuales. Para los discursos más largos y complejos recurre a su hijo que grabó los textos que aparecen en el film.
En el documental descubrimos sus intenciones de ser otra clase de actor, los sueños que quedaron a mitad de camino y la no conocida, al menos por el público, reputación de actor problemático que fue adquiriendo con el correr de los años. Los testimonios que aparecen de otras personas son de archivo, no todas son parte de grabaciones de Kilmer, aunque sean estas el material principal utilizado. Lo más interesante es ver el contraste entre la juventud y el paso de los años del actor. Al tener todo registrado vemos muy de cerca su ascenso y caída, su esplendor y su decadencia. La forma en la que se enamoró se casó y finalmente se separó. Todo en menos de dos horas. El paso del tiempo es uno de los temas de la película. Es doloroso y angustiante a la vez. No es que Kilmer sea el actor más brillante o la personalidad más atractiva, pero a partir de su figura uno puede imaginar este mismo camino en todos los seres humanos. No igual, pero sí con algunos puntos en común,
Y para corroborarlo aparecen, en algunos de los mejores momentos de la película, John Frankenheimer y Marlon Brando en la absurda La isla del Dr. Moreau (1996). Un director excelente metido en un proyecto en el cual viene a reemplazar a un realizador despedido y la leyenda actoral en uno de sus últimos y más raros trabajos. Ese rodaje es en sí mismo una película acerca de un grupo que queda atrapado en un proyecto raro. El documental se apodera allí de algunas imágenes interesantes de verdad que dicen más de lo que puede contar Val Kilmer en palabras. Al final de los títulos, y de todas las imágenes que podían elegir, los directores ponen a Val Kilmer filmándose al borde de una pileta con Nelson da Rosa de fondo, un personaje conocido en Argentina y cuyo destino de objeto de fascinación y burla parece ser un raro espejo acerca de los espejismos de la fama y el éxito. Es un final triste para un documental acerca de un actor raro que creíamos, equivocadamente, conocer.