Vi el brillo del televisor (I Saw the TV Glow, Estados Unidos, 2024) demuestra ambición desde su título. Casi se podría decir que el título resume todo lo mejor que tiene para ofrecer esta película de maduración (coming-of-age) surrealista con toques de terror y género fantástico. Algo así como una película de arte y ensayo, terror elevado e identidad de género todo en un envase de narración enigmática y ritmo pausado. La directora y guionista Jane Schoenbrun construye a partir de la historias de dos adolescentes, Owen y Maddy, una metáfora acerca de la identidad de género y la experiencia trans. Este resumen verdaderamente es la película, no hay nada más que descubrir, además de un par de canciones diegéticas y colores eléctricos que se ven muy misteriosos entre los claroscuros que el largometraje también ofrece.
En 1996, los adolescentes Owen (Justice Smith) y Maddy (Jack Haven) se conectan gracias al programa juvenil The Pink Opaque, que sigue a las adolescentes Isabel y Tara mientras usan su conexión psíquica para luchar contra el supervillano Mr. Melancholy, quien tiene el poder de distorsionar el tiempo y la realidad. Como el programa se transmite después de la hora de dormir de Owen, Maddy, que es más grande, le da las grabaciones. Más tarde, Owen se escapa a casa de Maddy para verlo con ella. Maddy se siente profundamente conectada con el programa, afirmando que lo siente más real que la vida real a punto tal que más tarde le explica a Owen que ha decidido huir. Espera que Owen se una a ella, pero él se siente incapaz de hacerlo y se queda. La madre de Owen, Brenda, muere de cáncer, Maddy desaparece, y The Pink Opaque se cancela después de cinco temporadas. Owen sigue con su vida trabajando en un cine y viviendo con su violento padre, hasta que Maddy reaparece con una revelación acerca de dónde estuvo y del programa que tanto aman.
La película es alevosamente pretenciosa por momentos pero genuinamente real en otros. En este desequilibrio entre lo difícil de aguantar y una ternura verdadera, la película se mueve hacia adelante con originalidad pero tampoco sin alcanzar nunca un lugar concreto. La directora puede que sea alguien a seguir o tal vez intensifique los defectos de su cine. Mientras tanto, en su afán de decir cosas muy importantes, tropieza con limitaciones. Las permanentes referencias del show y la película a Buffy, la cazavampiros nos indica claramente que no debemos ser paternalistas, que se puede entretener con sofisticación y sin tantas vueltas. Vi el brillo del televisor no alcanza todos sus objetivos, solo su temática trans le da un poco de respaldo extra a lo que de otra forma hubiera sido un film sin nada verdaderamente memorable.