Sara y Daniel son un matrimonio que compra casas viejas y las refaccionan para luego venderlas. Junto con Eric, su hijo de 9 años, se mudan a un viejo caserón para hacer justamente eso. El niño es el primero en captar que algo siniestro habita en ese lugar. Lo que ellos no saben, es que el lugar es llamado “la casa de las voces”. Extraños sonidos comienzan a surgir y deberán pedir ayuda a un experto en el tema.
El cine español de terror ha dado poderosos ejemplos de un gran dominio del género en dicha cinematografía. Bayona, Amenábar, Balagueró, De la Iglesia, son algunos nombres que han construido las últimas décadas de un país que tanto en cine como en televisión tuvo espacio para el horror. Voces (2020) dirigida por Ángel Gómez Hernández, es una muestra fiel de algunas de las variables que se han manejado en estos años.
Truculenta, pausada, visualmente muy cuidada, la película abreva en una forma de hacer cine de terror de calidad con buenas herramientas y sin tantos golpes de efecto. El drama y el horror crecen juntos y se construyen buenos personajes. Como todo film asociado a grandes caserones, las revelaciones irán llegando poco a poco hasta entenderlo todo.
No entre las mejores películas, pero con bastantes hallazgos, Voces se ubica entre las buenas, pero no geniales películas de terror actuales. Le cuesta sostener el mismo nivel del comienzo y una escena al final de los títulos de cierre no aporta absolutamente nada.