Peter Pan, la obra de J. M. Barrie, ha sido una de las piezas de teatro más queridas y populares de todos los tiempos. Llevada una y otra vez a los escenarios, también tuvo repetidas versiones televisivas. En cine Disney le dio su imagen definitiva mientras varias películas entraron hacia la obra desde los más variados puntos de vista. Muchos films también se inspiraron en Barrie sin declarlo.
Benh Zeitlin, director de Beasts of the Southern Wild (2012), hace aquí su propia lectura del texto, centrándose en la figura de Wendy, y ubicando la historia en el siglo XXI, en un espacio completamente diferente. Los temas son los mismos, pero la película tiene una mirada distinta a lo que uno imagina del texto original. Mucho más brutal, salvaje, incluso violenta. No es para niños, solo toma un texto que los niños del mundo hoy disfrutan.
Wendy se inspira claramente en el libro y busca sostener alguna de las características del personaje, aunque el contexto sea otro. La lucha entre la ilusión de la infancia y la amargura del mundo adulto se hace presente de forma oscura y angustiante. El director resuelve con potencia algunas escenas, pero se pierde en su propia estética, confusa y aburrida, hasta que el interés inicial se pierde por completo y solo quedan destellos de los temas de Barrie, lo que por momentos ayuda a sostener la trama.