VOLANDO ALTO
CRONICA DE UNA TRAGEDIA ANUNCIADA
Whisky Romeo Zulu cuenta la historia previa al accidente del Boeing 737 de LAPA que el 31 de agosto de 1999 se incendió luego de impactar contra un terraplén en pleno centro de Buenos Aires, provocando la muerte de 67 personas. Enrique Piñeyro el director y protagonista del film – había anunciado, denunciado y alertado en diversas oportunidades que un evento así podría suceder de no tomarse como ocurría – las medidas necesarias para evitarlo. Sin embargo, nada se hizo en ese sentido y lógicamente, la tragedia ocurrió. Piñeyro, entonces, luego de ver frustradas sus acciones como piloto y como ciudadano, decidió incursionar en otras vías para dar a conocer la realidad oculta detrás de la verdad oficializada sobre la tragedia. Y lo hizo a través de un film. Esta película es una denuncia, no solo al mal manejo de las aerolíneas, sino a toda una forma de entender la seguridad aérea y el valor que se le da a la misma en nuestro país. Es raro ver que un film tan comprometido y tan ligado a la realidad, brille también en lo artístico, pero es justamente eso lo que refuerza sus méritos y logra que su discurso llegue a más gente. A través de la historia del cine político, fueron las películas bien hechas las que pasaron a la historia, porque el discurso cinematográfico necesariamente es un discurso artístico y en ese sentido, lo estético no puede descuidarse bajo ningún concepto.
SOLO SE TRATA DE HACER CINE
Estamos, en algún sentido, frente a una película ideal, pues Whisky Romeo Zulu reúne muchas características difíciles de encontrar todas juntas en un mismo film. Es importante destacar y esto es una cuestión prioritaria- es que estamos frente a una excelente película, amena, bien narrada y con algunas de las más bellas (y más anchas) imágenes que nuestro cine haya dado. Un film hecho desde un profundo amor al cine y un gran respeto pro el espectador. Detrás de estas imágenes hay un realizador novel de sincera humildad, capaz de no olvidarse en ningún momento, del medio que utiliza, de los canales de que se sirve y del receptor de los mismos. Todo lo cual ya justifica el hecho de ir al cine y pagar la entrada y ahora alquilar y porque no comprar- el DVD. Un drama de suspenso, con algo de romance y un desenlace impactante y movilizador. Si Whisky Romeo Zulu no se basara en un hecho real, sería, de todos modos, una gran película y su denuncia, igualmente válida. Si se basara en un hecho real pero el director y el protagonista no fueran el propio protagonista de lo que se cuenta, funcionaría también. Sin embargo, al unirse todo esto el resultado no solo es brillante y complejo como obra de arte, sino asimismo, una verdadera rareza que muestra una mirada inteligente, sabía y arriesgada sin par dentro de la historia de nuestra cinematografía.
EL CIELO ES EL LIMITE
Si Whisky Romeo Zulula hubiera dirigido alguien que no sintiera una gran pasión por la aviación, la película es probable que no hubiese funcionado en forma tan efectiva como lo hace. En las imágenes se percibe no solo una comprensión del tema, también un verdadero amor por el trabajo de piloto. En ese sentido es muy enriquecedor y cinematográficamente muy valioso, toda la construcción de la infancia del protagonista y el nacimiento de su vocación. Son muchos los elementos que hacen única a esta película y nos sorprenden completamente. Tal vez sea un realizador intuitivo, tal vez se haya rodeado de gente muy talentosa o simplemente quizás y esto seguro inquietó a muchos y molestó a otros-, se trata de una persona que trabaja en serio y pone su talento al servicio de su trabajo. Combinación excelente para un cineasta, combinación excelente para cualquier profesión. Whisky Romeo Zulues una película bellísima, atrapante, emotiva y llena de pasión. Estoy tentado a decir que una película como las de antes, pero prefiero decir que en realidad es una película como las de ahora, porque se estrenó, porque está en DVD y porque no hay razones por las cuales debemos resignarnos a que las buenas películas deban ser una excepción a la regla. Piñeyro construye con los ingredientes propios del cine, un film melancólico y sabio, lleno de convicción y entretenido. ¿En que momento hacer cine así se volvió una rareza? Whisky Romeo Zulu es una película con la marca de los clásicos, se le nota desde el comienzo que está destinada a ocupar un lugar importante en la historia de nuestro cine. Ver la película en una sala llena y comprobar como los espectadores la siguen, se ríen, lloran, se conmueven, es la prueba final de la efectividad de Whisky Romeo Zulu. En definitiva, más allá del aquí y ahora, más allá de una denuncia que deja huella en el espectador, queda un discurso más profundo aun. Al ver esta película uno comprende que en cualquier disciplina de la vida, y el arte no está excluida, la responsabilidad y el compromiso con el trabajo es la única manera de hacer las cosas. La mediocridad y la irresponsabilidad tienen consecuencias siempre. En una película, las consecuencias son intelectuales y sus ramificaciones imprecisas, que el discurso no llegue simplemente o que el arte no aparezca. Pero en materia de seguridad, el precio a pagar es mucho más alto. Sesenta y siete personas murieron en este caso, otras tantas en otros eventos semejantes. Evitar que esto se repita es la misión final de Whisky Romeo Zulu .