Yellowjackets es una serie teñida y a la vez sostenida por la nostalgia de la década del noventa. En esa década hubo un grupo de actrices que renovaron el Star System del cine e impresionaron por la energía y la fuerza de sus roles. Fueron atrevidas para elegir papeles, y se enfrentaron de igual a igual con los grandes con los que trabajaron. Más allá de los caminos que luego siguieron, estas actrices dejaron huella. Sus carreras fueron evolucionando en diferentes direcciones, pero en Yellowjackets tres de ellas regresan para los roles protagónicos y demuestran porque lograron aquel impacto inicial. Son el corazón de una serie llena de hallazgos, una de las sorpresas de este año y que ya confirmó, por suerte, segunda temporada.
Yellowjackets sigue la historia de cuatro mujeres llamadas Taissa, Shauna, Natalie Y Misty a las que une un terrible pasado en común. Ellas formaban parte de un equipo de fútbol femenino que en viaje a un partido sufre un accidente de avión, quedando en medio de la nada durante diecinueve meses. Lo que pasó en ese período y como hicieron para sobrevivir, es algo que no se sabe en los primeros episodios, aunque el espectador intenta adivinar que incluye acciones terribles. Veinticinco años después ellas han seguido con sus vidas y se han alejado entre ellas. Se niegan, de común acuerdo, a hablar de aquellos meses, compartiendo un secreto que se adivina atroz. Aunque quieren seguir adelante, las cuatro mujeres están marcadas para siempre por un recuerdo que las atormenta a cada una de ellas de forma diferente.
Los cuatro personajes principales están interpretados en cada caso por dos actrices. Shauna adolescente es Sophie Nélisse y su versión adulta es Melanie Lynskey, Natalie primero tiene el rostro de Sophie Thatcher y luego el de Juliette Lewis), Misty es interpretada por Sammi Hanratty primero y por Christina Ricci después. Y finalmente Taissa queda en manos de Jasmin Savoy en su versión joven y Tawny Cypress cuando ya es adulta. La serie va de una época a otra y los personajes quedan claramente definidos, siendo coherentes en su evolución, aun cuando cambien las actrices. Las escenas del pasado son en la década del noventa, lo que invita a una reconstrucción de aquellos años.
Tres actrices claves de la década de los noventa participan de la serie y le dan parte de su encanto. Melanie Lynskey, cuyo trabajo como una adolescente asesina en Criaturas celestiales (1994) de Peter Jackson junto a Kate Winslet la convirtió en una de las grandes figuras de aquellos años, iniciando una prolífica carrera en cine y televisión que hoy es más notable que nunca. Juliette Lewis, que alcanzó su fama por su rol en Cabo de miedo (1991) de Martin Scorsese, donde realizó memorables escenas con Robert De Niro y luego siguió creciendo con Asesinos por naturaleza (1994) de Oliver Stone y Días extraños (1995) de Kathryn Bigelow. Su espíritu rebelde, enfatizado por la actriz fuera y dentro de la pantalla, es su marca de fábrica. Finalmente Christina Ricci, la más joven de las tres, aunque niña prodigio de los noventa con su roles en Mi madre es una sirena (1990) junto a Cher y Winona Ryder, Los locos Addams (1991) y Los locos Addams 2 (1992) y Casper (1995). Ricci tuvo un bajón en su carrera pero logró reinventarse para llegar hasta acá.
La cuarta integrante del elenco es Tawny Cypress, que aunque tiene una carrera extensa sus trabajos empezaron en la década siguiente. Habiendo tantas actrices de la generación de sus tres compañeras de elenco, es una pena que no hayan elegido alguna para completar un póker de estrellas. Pero se le suma un problema extra. Su rol es el de una exitosa política casada con otra mujer, ambas afroamericanas. La diversidad en los elencos no es un capricho, es lo que hoy representa correctamente a la sociedad americana, pero sin saberlo, al no poner una estrella de la misma generación, están denunciando que no consiguieron una actriz afroamericana de los noventa, o no lo intentaron. Su presencia se ve forzada y despareja con respecto a las otras actrices. Uno imaginaría que fue la corrección política lo que la hizo formar parte del grupo. Si no fue así, luce como si fuera así, que es lo mismo.
Si de los noventa hablamos, la banda de sonido también es una espectacular recuperación de la música de aquellos años. Todos los grandes temas, pero con especial énfasis en las bandas y las cantantes femeninas, están presentes, cerrando este espíritu de los noventa. Hay canciones de Alanis Morissette, Liz Phair, Hole, P. J. Harvey, Portishead, Tracy Bonham, Kim Wilde, The Cranberries, Belly y muchas más. Esa selección conecta al espectador a una velocidad mayor que el vestuario o demás detalles de producción. Teniendo en cuenta que gran parte de ese pasado transcurre en medio del bosque, la banda de sonido tiene gran importancia para ubicarse temporalmente en una serie que tiene dos líneas de tiempo que conviven.
Pero la serie no está hecha solo de actrices y canciones. En los diez episodios de la temporada las preguntas iniciales, la mayoría giran acerca de que tuvieron que hacer para sobrevivir tantos meses, se van complejizando y la trama tiene muchos hallazgos que renuevan el interés, incluso lo multiplican. Se va volviendo adictiva la serie para rematar en un décimo episodio que pide a gritos, y obviamente ya consiguió, una segunda temporada. Con buenos personajes, con una trama que nunca pierda interés, con un elenco de lujo y con una banda de sonido espectacular, Yellowjackets es una de las sorpresas de la temporada 2022.